E-club de lectura «Gallaecia»

Presentación

El e-club de lectura «Gallaecia» es uno de los eventos programados por la Cátedra Jean Monnet Understanding the UE in the 21st century. Básicamente, esta actividad consiste en llevar a cabo una lectura simultánea de una obra conforme a un calendario. En este caso, las obras propuestas versarán sobre algún aspecto relevante que guarde relación con la Unión Europea y el proceso de integración.

Este e-club persigue incentivar la lectura, en general, entre la comunidad universitaria y público general que esté interesado en los temas relacionados con la integración de nuestro Continente. Quiere servir también de punto de encuentro virtual para compartir reflexiones e intercambiar pensamientos sobre el texto propuesto para su lectura de forma asíncrona. Con ello, finalmente, cabe aguardar que se produzca un fructífero y enriquecedor intercambio intelectual entre los participantes en la actividad, propio del contexto universitario.

A diferencia de los clubes de lectura presenciales en los que se programan reuniones con una determinada periodicidad, en éste el «lugar de encuentro» será esta misma web. En la parte inferior de este espacio web los participantes en el e-club de lectura podrán realizar los comentarios que estimen oportunos, generando así la deseable discusión intelectual.

La mecánica del e-club de lectura es sencilla. En primer lugar, los interesados deben estar en disposición (adquisición o préstamo) del texto propuesto para la lectura. Tras la fijación de un periodo para la realización de la lectura, se abre un plazo orientativo para efectuar los comentarios y reflexiones.

¡Anímate a participar!

Propuesta de lectura nº 1. Una Europa alemana, Ulrich Beck, Paidos, 2012.

El e-club inicia su periplo abordando la obra: Una Europa alemana, Ulrich Beck, Paidos, 2012.

Autor: Ulrick Beck

Fechas clave:

  • 5 de octubre de 2015: inicio de la lectura
  • 25 de octubre de 2015: finalización de la lectura e inicio de fase de comentarios y debate
  • 31 de octubre de 2015: conclusión de la lectura y debate de la obra.


Propuesta de lectura nº 2: La fragmentación del poder europeo, José Ignacio Torreblanca, Icaria/Política Exterior, 2011.

Fechas clave:

  • 21 de diciembre de 2015: inicio de la lectura
  • 25 de enero de 2016: finalización de la lectura e inicio de fase de comentarios y debate
  • 1 de febrero de 2016: conclusión de la lectura y debate de la obra.

Imagen de  La fragmentación del poder europeo

 

Propuesta de lectura nº 3: ¿Una gran ilusión? Un ensayo sobre Europa, Tony Judt, Taurus, 2013.

Fechas clave:

  • 4 de marzo de 2016: inicio de la lectura
  • 31 de marzo de 2016: finalización de la lectura e inicio de fase de comentarios y debate
  • 10 de abril de 2016: conclusión de la lectura.

e-libros03-01_11

Propuesta de lectura nº 4: El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela, Hans Magnus Enzensberger, Anagrama, 2012.

Fechas clave:

  • 5 de octubre de 2016: inicio de la lectura
  • 31 de octubre de 2016: finalización de la lectura e inicio de fase de comentarios y debate
  • 7 de noviembre de 2016: comentario crítico final a cargo del profesor Antonio Carlos Pereira Menaut, Catedrático Jean Monnet, Universidade de Santiago de Compostela.

Antonio-Carlos Pereira Menaut (Catedrático Jean Monnet, Universidade de Santiago de Compostela):

Comentario do libro El Gentil Monstruo de Bruselas, o Europa bajo Tutela (Anagrama, 2011), de Hans Magnus Enzensberger

O libro que corresponde comentar é o xa famoso El Gentil Monstruo de Bruselas, o Europa bajo Tutela (Anagrama, 2011), de Hans Magnus Enzensberger, premio Príncipe de Asturias de 2002. Trátase dun libro que fíxose famoso rápidamente é que foi publicado nos principais idiomas (entre outros, en catalán: Brusselles: el Monstre Gentil o la Tutela d’Europa, Arcadia, 2012). Como xa terán comprobado os lectores, é un libriño máis ben curto (112 páxinas), de lectura non particularmente difícil para calquera persoa medianamente informada, e que está a cabalo do xénero do ensaio-reflexión crítica có de alta divulgación. Por momentos, fainos lembrar un pouco das reportaxes dos bóos xornalistas, pero noutros analiza e vai moito aos reigaños das cousas. Nótase que Enzensberger ten boa información. Amosa ter tamén unha certa ironía, unha característica que por principio tendemos, sen máis fundamento que os chistes de prusianos, a non asociar cós alemáns (con todo, clarexaremos que él é bávaro).

O argumento principal de libro non é novo, pero dálle nova forza o feito de que o autor é un recoñecido escritor e pensador alemán, non un radical euroescéptico británico ou algo así. Efectivamente, Enzensberger dí cousas que podería asinar Nigel Farage, pero as dí con ponderación, e asemade sen omitir as cousas boas que ten feito a Unión Europea. O libro ten máis de un argumento, pero os principais son o da lonxanía e a opacidade interior da Unión, tan complexa que por veces nin os insiders a entenden doadamente, e mais o secuestro da democracia, democracia baixo tutela ou baixo o despotismo ilustrado dun xigante soft que busca o millor para nós —ou eso dí—, pero impoñéndoo. Esa dobre cara do monstruo —monstro, pero tamén xentil e paternalista— vése ben no libro. O índice do libro reflicte ben o contido. O autor fai un percorrido pola historia, sinalando o espíritu orixinal có que naceu a UE (que por certo nin se chamaba “Unión”) e sinalando tamén o seu espíritu actual (burocrático, tecnocrático, penetrante ate nos detalles, paternalista e excesivamente entregado as metas económico-financieiras). O libro publicouse en 2011. Hoxe, van cinco anos máis de crise e a reacción da UE diante da crise e dos seus propios erros non é rectificar. Por eso o libro conserva plena actualidade. O “monstruo” despois de
2011: menos suave, máis impositivo, igual de uniformador, igual de entregado
nas máns da economía, igual de alonxado, igual de duro para con Grecia
(Consello do verán de 2015).

USC, Novembro de 2016.

Propuesta de lectura nº 5: Os Estados Unidos de Europa. Manifesto por unha nova Europa, Guy Verhofstadt, Tórculo2006.

Fechas clave:

  • 19 de diciembre de 2016: inicio de la lectura
  • 23 de enero de 2017: finalización de la lectura e inicio de fase de comentarios y debate
  • 30 de enero de 2017: comentario crítico final a cargo del profesor Argimiro Rojo Salgado, Catedrático de Ciencia Política y de la Administración, Universidade de Vigo.

Comentario crítico al libro de Guy Verhofstadt: “OS ESTADOS UNIDOS DE EUROPA. MANIFESTO POR UNHA NOVA EUROPA” Argimiro Rojo Salgado (rojo@uvigo.es) (Catedrático de Ciencia Política)

Introducción

La historia de la Unión Europea (UE) puede calificarse con todos los merecimientos como la historia de un éxito colectivo. La UE representa un caso original (tanto desde el punto de vista del método de su construcción como del resultado alcanzado) de integración supraestatal; un objeto político innovador e inédito, un laboratorio de ideas y formas políticas; una obra en constante evolución, y construida a través de procesos de prueba y error; supone, además, el cuestionamiento y revisión del Estado-nación, de sus funciones y elementos constitutivos, razón por la cual recibe toda clase de calificaciones: sociedad postestatal, metanación, sistema postmoderno (Cooper). La Unión Europea ha servido, en la misma medida, de innovador espejo para aquellas otras regiones del Planeta que deseaban caminar juntas más allá de las soberanías y fronteras decimonónicas.

La UE constituye un espacio que alcanza ya un elevado nivel de integración económica, y tras superar las etapas previas de Zona de Libre Comercio o Libre Cambio, Unión Aduanera y Mercado Común. Constituye, además, una realidad jurídico-política emergente, y que goza ya de una entidad propia; y ello porque tiene un ordenamiento jurídico (una Constitución material integrada por los Tratados fundacionales y los modificativos y complementarios: derecho originario) que regula, organiza y da forma a esa realidad supranacional o, si se quiere, incipiente y tendencialmente federal; un sistema institucional propio y completo (Parlamento, Comisión, Consejo, Consejo Europeo, Administración de Justicia, Tribunal de Cuentas, Banco Central, Órganos Consultivos, Instituciones Financieras, etc.), aunque sui generis si lo comparamos con el modelo estatal (existen más instituciones que funciones y, a la vez, una misma  función es compartida a veces por más de una institución: codecisión); y una dinámica y un proceso político propio: partidos políticos, cultura política,  opinión pública,  grupos de presión, ciudadanía, procesos electorales, políticas públicas, etc.

En definitiva, en estos momentos la UE constituye un modelo de organización-integración supranacional incontestable. Y ello porque, entre otros factores, existe una clara independencia de las instituciones comunes de la UE respecto de los Estados miembros; las normas que emanan de dichas instituciones tienen carácter vinculante para los Estados; existen unas relaciones directas entre las instituciones y normas de la UE y los ciudadanos; la toma de decisiones en una serie de ámbitos importantes se basada en mayorías, frente a la regla de la unanimidad; y, por último,  existe una atribución de competencias (tanto exclusivas como compartidas) a la UE.

Estos y otros hitos resultan incuestionables, empíricamente demostrables, y son merecedores de un inequívoco juicio laudatorio; el balance de estas décadas de construcción permite hablar de un gigantesco éxito colectivo, razón por la que no deberían tener cabida tanto pesimismo y frustración. La institución estatal ha tardado más de cinco siglos en consolidarse y expandirse por todo el Planeta, y la UE aún no ha cumplido tres cuartos de siglo.

La actualidad y pertinencia del libro-manifiesto de Guy Verhofstadt

Dicho esto, conviene advertir no obstante contra un exceso de complacencia, puesto que es preciso mirar hacia el futuro y seguir adelante, teniendo muy claro qué hacer con Europa, esa aventura inacabada. Los europeos nos enfrentamos de manera creciente a retos comunes a los que no es posible dar respuesta por separado: la cuestión social, la crisis económica y financiera, el paro (juvenil), la evasión fiscal, las desigualdades, el envejecimiento de la población, los fenómenos migratorios, el terrorismo y el crimen organizado, el desarrollo sostenible y la defensa del medio ambiente, el suministro energético, etc.  El agravamiento de estos problemas en los últimos años ha puesto de manifiesto las carencias y debilidades institucionales de la Unión, a la vez que nos ha recordado -lo olvidamos con excesiva frecuencia- que se trata de una obra inacabada, de una tarea en fase de realización, de un proceso inconcluso. Y es en este contexto donde el libro de Guy Verhofstadt, y a pesar de haber sido escrito hace ya más de una década, resulta tan actual y pertinente.

Los males que acuciaban a la UE de entonces no sólo siguen presentes, sino que se han agravado o han sobrevenido otros nuevos. No hemos sido capaces de introducir las reformas necesarias para hacer frente a los mismos, no hemos avanzado en el proceso de integración, no hemos tomado nota del Informe de la Comisión de expertos (presidida por Felipe González), no se ha escuchado a la ciudadanía, no se ha corregido el déficit democrático o la deriva tecnocrática y elitista (Magnette) y no siempre se han interpretado y aplicado de forma adecuada los principios de subsidiariedad y proporcionalidad. El resultado salta a la vista, y constituye el peor de los escenarios: la UE ha dejado de ser la solución y empieza a ser percibida como el problema. El “Brexit”, los populismos, los procesos de re-fronterización, el proteccionismo o el retorno y rearme ideológico e identitario del Estado-nación constituyen una inequívoca demostración de este estado de cosas. El eslogan “Take back control” hace mella en una población golpeada por las diferentes crisis sistémicas sobrevenidas, y frente a las cuales la UE no ofrece la respuesta adecuada. La reacción lógica es regresar al Estado-nación, pero esa no es la solución y constituye una de las grandes paradojas de nuestro tiempo (Held) si tenemos en cuenta que formamos parte de un mundo globalizado, multilateral y caracterizado por una creciente interdependencia compleja (Keohane y Nye).

La solución pasa por una mayor integración de las políticas presupuestarias, estructurales y financieras que cristalice en una unión económica plena. La solución pasa también por conseguir un mayor ritmo de crecimiento económico y mejorar los niveles de empleo y cohesión social, desterrando al mismo tiempo del discurso oficial la odiosa y terca apelación a la austeridad. Pero estos objetivos (y otros, como un espacio europeo de justicia y seguridad o una política exterior y de defensa común,) sólo se pueden conseguir a través de la plena integración política, y siguiendo para ello de cerca el modelo federal norteamericano; ello concuerda, además, con la idea de los Founding Fathers de la UE, convencidos de que en último término “Europa o será federal o no será”.

Los principios federales permiten conciliar la unidad y la diversidad, el autogobierno y el gobierno compartido (Elazar), en el marco de una realidad europea plural, compleja, multicultural y policéntrica. La federación responde a la exigencia de organizar una sociedad donde se da, a la vez, una realidad plural y diversa junto con una exigencia y aspiración hacia la unidad; ella une, sin destruir, las entidades que se asocian, a las cuales preserva, potencia y enriquece a través de las relaciones mutuas, la participación, la cooperación y la consecución de objetivos comunes. No se trata por consiguiente, y tal como algunos de manera interesada o malintencionada se empeñan en proclamar, de proponer un sistema centralista, unitario y monista (un Super-Estado o un Leviatán absolutista de ámbito europeo), sino un modelo de gobernabilidad democrático-republicano, representativo, plural, policéntrico, multinivel y federal.

Conclusión

Este es el modelo y el camino a seguir para poder alcanzar el objetivo de los Estados Unidos de Europa. Habrá países que lo entiendan así, y habrá otros que no. Con buen criterio, Verhofstadt invita a los primeros a dar el paso, y sin más dilaciones, ofreciendo a los demás integrarse en una organización confederal. Esta federalización de la UE deberá, en cualquier caso, seguir por la senda de ese paradigma que tanto ha caracterizado y singularizado la experiencia europea: la gobernanza multinivel. Federalismo y gobernanza son paradigmas concomitantes y complementarios, no excluyentes; ambos comparten los principios de inclusión, participación, concertación, co-responsabilidad y co-gobierno.

El resto de la humanidad (este dato también debe ser suficientemente destacado) seguirá mirando a Europa, y no sólo como un modelo a imitar, sino también como factor de estabilidad internacional, destinado a jugar un papel fundamental en la búsqueda de la paz, la justicia, el progreso, la democracia y el entendimiento entre todos los pueblos del Planeta. La experiencia europea podrá ayudar, así, a comprender mejor las ventajas de la gobernanza multinivel y multicéntrica para asegurar la gestión de los bienes comunes a la humanidad y evitar o corregir los impactos negativos de la globalización, de ese “mundo desbocado” (Giddens), y en el que cada vez son más los excluidos y expulsados (Sassen).

Propuesta de lectura nº 6: La democracia en Europa, Daniel Innerarity, Galaxia Gutenberg2017.

Fechas clave:

  • 29 de mayo de 2017: inicio de la lectura
  • 30 de junio de 2017: finalización de la lectura e inicio de fase de comentarios y debate
  • 7 de julio de 2017: comentario crítico final a cargo del profesor Álvaro X. López Mira, Profesor titular de Ciencia Política y de la Administración, Universidade de Vigo.

D Innerarity

Que o berce da democracia, a primitiva e a moderna, sexa unha Europa xa máis en discusión que en construción, debería levarnos a forzar a maquinaria do pensamento de cales son as razóns polas que un libro titulado La democracia en Europa semella unha aporía ou, peor aínda, un auténtico oxímoron.

Certo que, contextualmente no mundo global, non estamos tan mal coma outros malia o recorte de dereitos e liberdades, a imparable agonía do benestar ou o avance de forzas políticas que non destilan demasiadas esencias democráticas. Malia todo, cómpre evitar un conformismo que nos leve a una -demasiado europea- cínica autosatisfacción.

E xusto diso fala o libro de Innerarity, para quen “la UE vive un momento en el que la innovación conceptual es fundamental si queremos escapar del atasco en el que nos encontramos”, é dicir, repensar a democracia nesta nova realidade complexa que é a Unión e, en definitiva, propor unha filosofía política para Europa na súa narrativa, máis alá de efémeros liderados, sexan máis ou menos carismáticos, e tamén de mecanismos de enxeñaría constitucional. “No hay legitimación que valga sin efectividad (económica, de resolución de conflictos o de orden social)” nas actuais sociedades democráticas. Cómpre despoxar á teoría democrática de elementos continxentes ata agora considerados parte esencial dela: soberanía, territorialidade, homoxeneidade e estatalidade.

Dentro desa complexidade democrática que implica a UE, pode que termos que seguen exercendo fascinación (proximidade, subsidiariedade, particpación) xa non sexan evidencias senón, pola contra, meros tópicos inconsistentes e irreais: “no pocas veces los tribunales europeos han tenido una mayor sensibilidad para garantizar ciertos derechos que los tribunales domésticos”, e é que “hay dos cosas que matan a la política: la excesiva distancia y la excesiva cercanía”, posto que se algo lle falta á nosa cultura política é o mantemento dunha certa separación fronte “a la tiranía del momento, la presión de los intereses inmediatos, la seducción de gobernar a golpe de encuesta o la absolutización de nuestros intereses” con lóxica de consumidores soberanos. Podería resumirse nunha frase: “la agenda de Europa debería despedirse completamente de la semántica de la armonización y la unidad para transitar hacia la gestión equilibrada de constelaciones complejas”.

Poderiamos catalogar o libro de Innerarity, segundo o tópico, como de imprescindible lectura pero o certo é que bebe nunha profusa pléiade de autores en todos e cada un dos seus dez capítulos. Non sabemos se esa é a razón de que, por veces, se perciba un aire selvático na información transmitida acompañada dunha tenue ligazón interna do conxunto e tamén de que se observen algunhas iteracións que deixan a sensación de que se poderían ter empregado menos páxinas para dicir todo o que ten que aportar, que –hai que dicilo- non é pouco e, nalgúns aspectos, resulta sumamente valioso: “Es poco realista pensar en transponer las categorías de las democracias en el Estado-nación a procesos como la integración europea y, menos aún, a la gobernanza global”. Pensar, imaxinar, fuxir das categorías preestablecidas que coñecemos porque, como indica o noso autor, tal vez a democracia en Europa se atopa nun momento madisioniano, o que desvela o seu optimismo malia adscribirse, por veces, ás teorías elitistas da democracia, pensando tanto na defensa das minorías como nas xeracións futuras e non sen fundamento conceptual, porque “la democracia directa es demasiado simple para sociedades complejas y demasiado compleja para la ciudadanía” e Innerarity repudia o populismo aínda que lembrando que “no habría líderes populistas si no hubiera pueblos populistas”, xa que todas as cuestións acerca de se a UE é suficientemente democrática, lexítima ou eficiente deben responderse, “de entrada, con otra pregunta: ¿comparado con qué? Lo sorprendente es que, dada su complejidad, sea tan democrática”.

  Nesta liña de ideas fundadoras da política democrática en Europa o autor sinala que resulta posible que a Europa do futuro se pareza máis ao modelo medieval que ao de Westfalia, “más a las soberanías compartidas, acuerdos institucionales diferenciados e identidades múltiples que a la concentración de poder, jerarquía, soberanía e identidad definida que caracterizaron la época triunfante de los estados nacionales” porque, como indica noutro lugar do libro, “la democracia que es posible bajo estas condiciones tiene grandes similitudes con el sistema americano de varios niveles, equilibrios y contrapesos, pluralismo de intereses, diversas opiniones públicas y escenarios” polo que “seguramente será necesario avanzar en la dirección mayoritaria y federalizante”, valorando os lados positivos que ten a complexidade xa que conleva “un estado de cosas más republicano que democrático, en la medida en que se dificulta la dominación al dificultar, por ejemplo, que se formen coaliciones hegemónicas permanentes”.

Outra avantaxe desta estrutura complexa da UE é que, hoxe en día, as formas territoriais inveteradas de organización do poder non son capaces de enfrontarse a múltiples dinámicas que pouco teñen que ver coa territorialidade: “Muchos de los problemas de ingobernabilidad del mundo actual se deben al contraste entre los sistemas funcionales del derecho y la política, que aún se caracterizan por una fuerte implicación territorial, con otros sistemas como la economía, el medio ambiente, la comunicación o la ciencia, que tienen una relación débil con los espacios físicos. Éste es el contexto en el que la UE viene desarrollando unas estructuras de gobernanza que tratan de superar la discrepancia entre unas fuerzas sociales que han impulsado la europeización y una estructura institucional infradesarrollada que es incapaz de gestionar las demandas que se le plantean” e é que “Europa sólo es creíble cuando la acción de un órgano reeemplaza la de los gobiernos dispersos”, ben é certo que esta non é unha cegueira exclusiva das institucións comunitarias senón un problema xeral das sociedades democráticas, curtopracistas tanto pola parte da demanda como da oferta políticas, “que apenas tienen procedimientos para institucionalizar la protección del futuro”.

Cara á parte final do texto, entre outros moitos temas un tanto eclécticos como por exemplo a defensa de que Alemaña, superado o eixo franco-alemán, exerza dunha vez por todas un liderado responsable para evitar o caos ou unhas reflexións sobre a crise do euro, Innerarity nos fala da necesidade que ten Europa de recobrar a política, apostando pola recuperación do modelo social xa que Europa precisa unha importante dimensión desta índole, “conseguir una versión posnacional del Estado de Bienestar”, se quere volver a contar co soporte de amplos sectores da poboación hoxe desafectos ou hostís como vén de probar o Brexit. “Aunque sea gracias a la experiencia negativa de su crisis, ahora sabemos que el euro no es una simple construcción económica, sino un proyecto político, y que debe ser gestionado como tal”. “El Estado nacional se ha convertido en un actor semisoberano”, é dicir, simula que actúa nun contexto territorial definido cando está atrapado en innúmeras implicacións e relacións extraterritoriais. A dificultade estriba en salvar o núcleo normativo da democracia –o autogoberno do pobo- nun mundo desterritorializado ou transnacionalizado. “Se acabaron los espacios delimitados de la soberanía: tenemos que irnos acostumbrando a que nos digan lo que tenemos que hacer, lo que únicamente resulta soportable si también nosotros podemos intervenir en las decisiones de los otros”, a poder ser de xeito recíproco; certamente, Europa segue a ter unha dimensión de delegación, pero non pode funcionar sen un maior consentimento democrático expreso. Xa non é simplemente “un conjunto de instituciones y agencias técnicas que resuelven problemas de coordinación entre los gobiernos democráticamente legitimados sin que la población se interese por ellos (Kahler). Ya no es verdad que los asuntos supranacionales carezcan de relevancia política para la ciudadanía, no al menos en los tiempos de la economía globalizada, el cambio climático o la migración global. Se discuten públicamente no sólo las decisiones adoptadas por las instituciones europeas, sino también las no decisiones, pues también éstas tienen consecuencias en la vida diaria de los europeos”.

En definitiva, o debate non debería estar centrado entre máis ou menos Europa, senón na posibilidade de pensala e configurala doutra maneira; non na profundidade da integración, senón na calidade da democracia europea para que os intereses dos cidadáns estean por riba dos dos estados. Como sinala Jolly, o feito de que a UE non sexa perfecta non quere dicir que non poida ir a peor, por iso para Innerarity a súa imaxe favorita de Europa é a da que se sabe continxente aínda que estea convencida de ser o mellor proxecto para os cidadáns que a compoñen. Como xa dixemos, cómpre politizar Europa, entre outras razóns apuntadas, tamén porque “la política es siempre, también o incluso más propiamente en entramados tan complejos como la Unión Europea, libertad en contexto”.

                                                                     Álvaro Xosé López Mira

  • Celso Cancela

    Qué opinión os merece el libro propuesto?

  • Celso

    Espero que este primer libro os haya gustado.

    • María Jésus Magariños López

      Bueno más o menos.

      • Celso Cancela

        María Jesús,
        Gracias por iniciar los comentarios.
        un saludo

  • Jesús Gómez Pérez

    Si que me gustó. Me da una idea de como es
    la Unión Europea

    • Celso Cancela

      Gracias por la intervención y la participación en esta iniciativa.

  • María Jésus Magariños López

    Una Europa Alemana: jerarquía en vez de participación igualitaria.
    La política de ahorro de Alemania, equivale a un abandono de la participación igualitaria por formas de dependencia jerárquica.
    Ligar las concesiones de créditos a severos imperativos de reforma y controles ha provocado el derrumbamiento social de países enteros y que un número muy importante de personas pierdan su medio de vida, su dignidad y también su futuro.
    Para buscar alternativa a esta política de control, austeridad y recortes, los países deudores deberían haberse aliado y hacer frente común, negándose al sometimiento a una política que incumple con los fundamentos irrenunciables de una sociedad europea.
    El juego limpio, el equilibrio, la reconciliación e impedir la explotación
    Los ciudadanos no entendemos que nuestros gobernantes no hayan tenido ni tengan capacidad, para negociar otras soluciones menos traumáticas
    GRECIA, IRLANDA, PORTUGAL, ESPAÑA, ¿ITALIA?, ¿FRANCIA? » A SUS ORDENES SRA. MERKEL»

  • Jesús Gómez Pérez

    Después de leer el libro creo que Alemania no tenía intención de liderar una Europa a su estilo, pero si no se pone freno a las decisiones de la canciller alemana Merkel (denominada en el libro Merkiavelo), vamos directamente al sometimiento de sus dictados. Al servicio de sus intereses.
    No puede exigirnos más recortes, más ahorro. ¿De dónde sacamos el dinero para ahorrar?
    ¿Tenemos que obedecer y hacernos europeos al estilo alemán?
    Si no lo hacemos, quizás nos amenace y ya dude, ella, en conceder más créditos (sabe muy bien, que es el Estado más poderoso económicamente) y sembrará la duda en todos los Estados «pobres» de la Unión Europea.
    No se lo que sería peor: si estar aplastados por el dinero alemán o no estar aplastados por el dinero alemán.
    Los Estados menos poderosos deberían unirse y hacerle frente a sus «caprichos» .
    Para mi manera de pensar la Unión Europea consiguió varias cosas importantes, entre ellas: que no tengamos fronteras entre los Estados Miembros; una moneda única que a muchos nos cuesta sudores, lágrimas y sacrificios el poder mantener su valor. Otra: que enemigos que antes eran mortales sean ahora vecinos.
    Salirse de la Europa Comunitaria ya no es posible. Ya no se puede dar marcha atrás. Las consecuencias serían desastrosas.

  • M. Rosa de la Puente Núñez

    UNA EUROPA ALEMANA

    Este libro del sociólogo alemán ya fallecido Ulrich Beck, nos ayuda a entender desde su punto de vista crítico, como la Alemania de Angela Merkel impera en Europa y maneja la economía, durante la crisis del euro, en los países con problemas de liquidez.
    Muchos, siempre defendieron que Alemania jugaba últimamente el papel de locomotora económica de Europa, y con la crisis, este papel se vio reforzado, ya que la mayoría dirigen su mirada hacia este país en busca de ayuda y solución. Pero ¿son las soluciones de Alemania las más adecuadas?
    Los economistas no se ponen de acuerdo y si oyes a unos o a otros las teorías son totalmente antagónicas, los mandatarios quieren mandar, los ciudadanos quieren solidaridad unos y responsabilidad otros, ¿pero que está sucediendo realmente?
    Es muy difícil dar una respuesta a algo tan complejo. Si, es verdad que Alemania maneja el timón en Europa.Que parece mentira que solo 25 años después de la reunificación, el gigante europeo se sacude todos los complejos de su pasado.
    Son muchas las barreras que ha superado el país de la canciller Ángela Merkel para llegar a lo que es hoy: el Estado más influyente de la UE. Está olvidando en la escena internacional sus complejos adquiridos por su trágico pasado y tiene asumido un papel en Europa que supone un cambio muy rápido en su identidad como país. Muchos ciudadanos alemanes se sienten orgullosos de su país y su canciller aprovecha esta situación para obtener réditos electorales a corto plazo.
    Pero ¿cuál es el campo de juego donde se desarrolla este partido? EUROPA, la vieja Europa, y dentro de ella la UE, que como todos sabemos es la unión de 28 países o estados nacionales que aunque unidos por acuerdos políticos, sus ciudadanos no sienten, como debía ser, la identidad europea, por lo que, una crisis convierte a esta sociedad en una sociedad de riesgo ( término acuñado por el autor), es decir, una sociedad donde se está desarrollando un proceso de desigualdad social con unos políticos y unas instituciones desmotivadas y en las que los movimientos sociales son la nueva legitimación. Debido al retorno de la incertidumbre el individuo busca de forma independiente una identidad en la nueva sociedad.
    Además, en la UE, se producen debido a esta crisis, fracturas entre los países del norte, cuyos ciudadanos se presentan como ahorradores, trabajadores, responsables… y los países del sur, a los que les adjudican unas características contrarias a las anteriores.
    Con este escenario, Alemania utilizó la crisis para reconfigurar una UE a imagen propia y ponerla al servicio de sus propios intereses. Se incorporó al fondo de rescate, pero con unas condiciones muy cuestionables, definidas por intereses elevados, reformas financieras, presión disciplinaria de los mercados financieros… que producen en los países deudores riesgos inasumibles.
    Claro está, que Alemania no está entre los perdedores, sino que de alguna forma se está beneficiando de la crisis, pues el aumento del precio de los créditos a los países con una mayor deuda produce un abaratamiento en los costes de refinanciación de sus propios bonos.
    Mientras tanto, los países endeudados piden más solidaridad para no terminar arruinados. Están dispuestos a aplicar ciertas reformas pero con unas condiciones realistas.
    Creo , como muchos países, que para solucionar este problema tenemos que equilibrar la solidaridad y la responsabilidad. Los países deudores tienen que ser más responsables en sus comportamientos económicos y Alemania más responsable en la estabilización de la eurozona.
    Tiene que haber coordinación entre todos los países y el que quiera ejercer de líder tendrá que asumir una mayor responsabilidad, con lo que implica de obligaciones.
    En resumen, Alemania ejerce un poder económico sobre el resto de los países de la UE como no había tenido desde la unificación, pero este poder lo lleva a la consecución de un interés propio a corto plazo; pero debía haberlo ejercido de una forma responsable de cooperación solidaria para evitar riesgos futuros.

    UNA EUROPA ALEMANA

    Este libro del sociólogo alemán ya fallecido Ulrich Beck, nos ayuda a entender desde su punto de vista crítico, como la Alemania de Angela Merkel impera en Europa y maneja la economía, durante la crisis del euro, en los países con problemas de liquidez.
    Muchos, siempre defendieron que Alemania jugaba últimamente el papel de locomotora económica de Europa, y con la crisis, este papel se vio reforzado, ya que la mayoría dirigen su mirada hacia este país en busca de ayuda y solución. Pero ¿son las soluciones de Alemania las más adecuadas?
    Los economistas no se ponen de acuerdo y si oyes a unos o a otros las teorías son totalmente antagónicas, los mandatarios quieren mandar, los ciudadanos quieren solidaridad unos y responsabilidad otros, ¿pero que está sucediendo realmente?
    Es muy difícil dar una respuesta a algo tan complejo. Si, es verdad que Alemania maneja el timón en Europa.Que parece mentira que solo 25 años después de la reunificación, el gigante europeo se sacude todos los complejos de su pasado.
    Son muchas las barreras que ha superado el país de la canciller Ángela Merkel para llegar a lo que es hoy: el Estado más influyente de la UE. Está olvidando en la escena internacional sus complejos adquiridos por su trágico pasado y tiene asumido un papel en Europa que supone un cambio muy rápido en su identidad como país. Muchos ciudadanos alemanes se sienten orgullosos de su país y su canciller aprovecha esta situación para obtener réditos electorales a corto plazo.
    Pero ¿cuál es el campo de juego donde se desarrolla este partido? EUROPA, la vieja Europa, y dentro de ella la UE, que como todos sabemos es la unión de 28 países o estados nacionales que aunque unidos por acuerdos políticos, sus ciudadanos no sienten, como debía ser, la identidad europea, por lo que, una crisis convierte a esta sociedad en una sociedad de riesgo ( término acuñado por el autor), es decir, una sociedad donde se está desarrollando un proceso de desigualdad social con unos políticos y unas instituciones desmotivadas y en las que los movimientos sociales son la nueva legitimación. Debido al retorno de la incertidumbre el individuo busca de forma independiente una identidad en la nueva sociedad.
    Además, en la UE, se producen debido a esta crisis, fracturas entre los países del norte, cuyos ciudadanos se presentan como ahorradores, trabajadores, responsables… y los países del sur, a los que les adjudican unas características contrarias a las anteriores.
    Con este escenario, Alemania utilizó la crisis para reconfigurar una UE a imagen propia y ponerla al servicio de sus propios intereses. Se incorporó al fondo de rescate, pero con unas condiciones muy cuestionables, definidas por intereses elevados, reformas financieras, presión disciplinaria de los mercados financieros… que producen en los países deudores riesgos inasumibles.
    Claro está, que Alemania no está entre los perdedores, sino que de alguna forma se está beneficiando de la crisis, pues el aumento del precio de los créditos a los países con una mayor deuda produce un abaratamiento en los costes de refinanciación de sus propios bonos.
    Mientras tanto, los países endeudados piden más solidaridad para no terminar arruinados. Están dispuestos a aplicar ciertas reformas pero con unas condiciones realistas.
    Creo , como muchos países, que para solucionar este problema tenemos que equilibrar la solidaridad y la responsabilidad. Los países deudores tienen que ser más responsables en sus comportamientos económicos y Alemania más responsable en la estabilización de la eurozona.
    Tiene que haber coordinación entre todos los países y el que quiera ejercer de líder tendrá que asumir una mayor responsabilidad, con lo que implica de obligaciones.
    En resumen, Alemania ejerce un poder económico sobre el resto de los países de la UE como no había tenido desde la unificación, pero este poder lo lleva a la consecución de un interés propio a corto plazo; pero debía haberlo ejercido de una forma responsable de cooperación solidaria para evitar riesgos futuros.

  • M. Rosa de la Puente Núñez

    Copié mi comentario dos veces por mi ignorancia informática.
    Pido disculpas.
    Lo siento.

    • M. Rosa de la Puente Núñez

      Ya está solucionado

  • José Súarez González

    ULRICH BECK:

    Es un teórico de la sociedad del riesgo y un referente de la sociología contemporánea
    que junto a BAUMAN y SENNET, estudian a grandes rasgos el cambio de época en el
    que estamos inmersos.
    -Ante la globalización y la precariedad, el ciudadano se siente desprotegido. Ser crítico
    está bien visto, pero no sirve de nada.
    – La Unión Europea es una respuesta adecuada a la globalización para afrontar riesgos y
    está en estos momentos en la mejor situación para defender los intereses nacionales, ya que las naciones por si solas no podrían.
    – Nadie cree ya en nada, solo en lo que cada uno quiere, de ahí se deriva la desconfianza de
    todos frente a todos.
    – Una alianza entre los movimientos globales de protesta y la política de los Estados nacionales, podría conseguir que no fuera la ECONOMÍA la que dominara a la democracia, sino la democracia la que dominara a la economía; aunque visto desde el juego político se dejan llevar por el mercado.
    – En la era industrial, el núcleo familiar era la célula social, la matriz cultural y laboral, la estructura de socialización primaria, en fin, la unidad económica.Ese núcleo se rompe y la dinámica de las sociedades impregnadas por los valores mercantiles empujan hacia la individualización de las estructuras, hacia situaciones de incertidumbre del individuo, es decir, en la “sociedad de
    riesgo”: trabajo precario, inestabilidad de las uniones matrimoniales, dificultades en la identificación de los valores y, como expresiones de la crisis individual surge el escepticismo, la marginación y el desarraigo.
    -Harían falta nuevos pactos sociales tendentes a contrarrestar el excesivo peso del mercado y sus efectos, aminorando los riesgos y ampliando el perímetro social y cultural del individuo.
    -En una sociedad definida por los procesos de globalización, BECK, distingue entre los
    vectores locales y globales, convencido de la necesidad de una cooperación
    supranacional como instrumento de refuerzo del desarrollo y de estabilidad local, evitando en lo posible las tensiones de las diferencias.
    -Como consecuencia de la crisis del euro, algunos de los Estados de la zona, por no
    decir la mayoría, tienen que aceptar enormes pérdidas de poder. Se muestra que
    la cooperación puede adoptar dos formas muy distintas: pueden basarse en el reconocimiento
    mutuo o en la dependencia jerárquica. Y quienes abogan por la cooperación ocultan a menudo tras la oferta de reconocimiento sus propios intereses de control y dominación.
    -De momento parece que solo los Estados ricos, anteriores al 01-01-1.986, ya de por si
    poderosos pueden esperar un incremento de poder mediante la cooperación, mientras que a los Estados endeudados no les queda sino el fundado temor de vivir bajo el dictado de “socios” mejor posicionados y de las reglas que estos prescriban y cuanto más grandes sean los Estados que queden atrapados, más crecerá el poder de Alemania.
    No hay que olvidar que en el caso del Estado español, fue solicitada la Adhesión a la
    Comunidad Económica Europea en el año 1977, siendo vetada su entrada por Francia
    hasta el año 86 porque éramos un país competidor; la excusa perfecta para conseguir los agricultores franceses subsidios hasta el día de hoy.

  • Concepción Villar Neira

    Ulrich Beck sostiene que la Unión Europea ha ejecutado un accionar que distanció a ciudadanos de gobernantes.

    El fin del estado de bienestar y la Europa progresista donde se procuraba que la unión reprodujera el accionar estatal han conllevado a un sentimiento de abandono por parte de los ciudadanos, donde ya nadie está seguro.

    El autor sostiene que al haber un futuro común, los medios también deben sercompartidos: «Aquí lo importante, por encima de todo, es la supervivencia política en casa» .
    Comparto con Beck la idea de trabajar conjuntamente para impedir que el problema económico arrastre a la unión al abismo, consecuentemente dilapidando todo lo conseguido hasta el momento. La crisis no es solo económica. Amenaza con erosionar los pilares fundamentales de la sociedad europea. Es preciso evitar el hundimiento de los «valores europeos».

    ULRICH BECK, compara a Angela Merkel con Maquiavelo y afirma que el mayor desafío para la región en el siglo XXI consiste en reinventar los viejos nacionalismos para dar cabida a una visión cosmopolita de la convivencia entre los pueblos europeos.

    Merkiavelo debe su nombre a las cualidades que el autor le atribuye para convertirla en una excelente alumna de Maquiavelo, su
    capacidad para compatibilizar entre ortodoxia estado-nacional y arquitectura europea, el arte de titubear como estrategia de aleccionamiento, el primado de la competitividad electoral nacional y la cultura alemana de estabilidad y su disposición a infringir las normas democráticas en Europa por imponer los dictados de Alemania. Aun así el sociólogo avisa, el fracaso de sus políticas
    en Europa podría estar generando un contrapoder.

    Alemania ya no es vista como un aliado si no que ahora la mayoría de los europeos la conciben como un vecino hostil,el mismo, que sigue impunemente beneficiándose de la desgracia de una parte de sus socios, los mismos que financiaron entre otras cosas su unificación y algunos de los que condonaron las deudas por ellos generadas a lo largo del terrible siglo XX.

    Una de las principales propuestas realizadas en” Una Europa alemana” es volver a poner al ciudadano en el eje del debate. Europa precisa de un nuevo enfoque social que busque cuidar más a sus ciudadanos y menos a la banca transnacional.

    La Unión Europea fundó sus cimientos sobre la premisa «unidos en la diversidad». Hoy más que nunca los europeos deben abogar por encontrar soluciones mutuamente aceptables de forma conjunta.

    CONCLUSIÓN

    Demasiado es lo que se ha teorizado y debatido respecto a la Unión Europea. Gran parte de los análisis actuales son realizados desde el enfoque económico y financiero. En Una Europa alemana, Ulrich Beck llama a debatir en clave social. La principal preocupación de Europa debería ser su gente y los problemas actuales que la aquejan.

    Si queremos que Europa cambie debemos adoptar una visión que haga énfasis en lo social. Ello no solo implica mayor protesta y reclamo, también mayor comprensión social para con Alemania. Aquí sí que hay dos caras de una misma moneda. No podemos exigirle todo a Alemania y por otro lado responsabilizarla por todo. Si la Unión Europea es de todos, la responsabilidad también es de
    todos. Europa precisa de mayor comprensión, más si lo que queremos comprender esta Europa alemana.

    Más que una Europa alemana queremos una Europa social. Donde se respeten los derechos de todos los ciudadanos. Donde la Unión Europea abogue por defenderlos y no dejarlos a la deriva. Este es el debate que ha comenzado y precisa ser profundizado. No se trata del futuro de la Europa alemana sino del de la verdadera Europa, la Europa de la gente.

  • Concepción Mumary Ruibal

    Entendo que o autor explica ao longo do libro, que na U.E non están todos os países que a conforman en igualdade de condicións, nin económica nin politicamente falando.
    Os países do norte, máis ricos e con Ángela Merkel ao fronte, están ditando normas que afectan aos países do sur cuios mandatarios aceptan as restricións que lles mandan que apliquen aos seus países poñéndose contra os seus propios concidadáns. Nestes países sureuropeos, as clases medias fóronse sumando ás clases social e economicamente máis desfavorecidas, formando unha nova clase social que alguén denominou «o precariado», clase subordinada máis empobrecida, que perdeu moitas das conquistas sociais, con desinformación deliberada e dominada descaradamente polo capital en tódolos ámbitos, educación, sanidade… e ademais con restricións en todos os dereitos.
    Durante o tempo que levamos de crise, as políticas que se están a facer – ditadas pola canciller alemana- non so non están a resolver os problemas, senón que estanse espertando nacionalismos que parecían superados, posto que é difícil aceptar a falta de democracia – tema no que tamén incide Beck no libro- que soporta a situación actual na que un país democrático dita normas económicas a outros países democráticos que lle teñen que «obedecer».

    Paréceme ver a través das páxinas do libro que, moitas veces , o que se fai desde Alemaña é «asustar» aos países do sur se non pagan a débeda con «ameazas» de saír da U.E ou do euro, pero hai meses, cando Grecia parecía estar disposta a abandonar , non puido. Dáme a impresión de que realmente non se sabe ben o que hai que facer nin as verdadeiras consecuencias das medidas que se están a tomar na U.E. Seguramente ningún país poderá saír do euro porque iso afectaría a toda a U.E e incluso a EEUU.
    A globalización económica é demasiado poderosa, tanto, que probablemente sexa a gran banca e as grandes empresas e multinacionais quen utiliza aos políticos dos países poderosos que se sinten obrigados a ditar leis e normas que so favorecen aos máis ricos dos seus propios países.
    Cando din que estamos a saír da crise e que a economía vai ben, estase a falar da macroeconomía, das contas da gran banca e dos grandes empresarios que nunca perden, pero non dos traballadores desas mesmas empresas, que sendo menos en número que antes da crise, traballan máis horas e moitas veces por salarios que hai uns anos non aceptarían, sen falar dos millóns de parados e dos novos empregados con contratos por horas e moitas veces sen seguro.
    Estou de acordo co que se comenta no libro acerca de que hai unha tensión estrutural entre o Proxecto europeo trazado e administrado polas elites político- económicas (desde arriba) e a resistencia que contra el se exerce (desde abaixo), e de que co sistema que se está a empregar, TODOS PERDEN. Todos, conxuntamente, son vítimas da crise financeira e das iniciativas ineficaces para superalas polo que no futuro pode haber en Europa moitas Europas cunha actitude na que se mesturan a inseguridade, o medo e a indignación, expresado todo isto mediante a fórmula «non entendo unha palabra» (páx. 21)

    Segundo unha opinión xeneralizada, para superar a crise necesitamos máis Europa, pero… que Europa se cada vez se conta menos coa sociedade dos Estados que forman Europa??
    O libro creoume unha sensación de pesimismo e inseguridade, porque pareceume que o autor non ve moitas saídas reais á crise, e que pensa que a solución non pasa porque ningún país da UE saia da Unión nin do euro porque todo sería peor.
    Segundo Beck, habería unha saída COOPERANDO TODOS, facendo GRAN POLÍTICA, facendo MÁIS EUROPA… pero como???
    Para iso habería que contar moito máis coa cidadanía, que cada persoa ademais e por riba das nacionalidades de nacemento, se sentise europea a todos os niveis, PERO faría falta tamén que os acaparadores dos EUROS se sentisen de verdade europeos, cidadáns… e non so DONOS dos cartos que lles da tanto poder. Quen controlaría unha súper banca europea??

  • Jesús Gómez Pérez

    Comentario al libro de José Ignacio Torreblanca «La fragmentación del poder europeo»

    Europa se está fragmentando, pero esto no creo que sea de ahora. Ya pasaba en el pasado siglo XX y en este XXI sigue por el mismo camino. Los primeros países que crearon la Unión Europea ya no se ponían de acuerdo respecto a si era conveniente aumentar la Unión o no.

    Este libro, «La fragmentación del poder europeo», refleja claramente algunos de los motivos de la fragmentación europea y, muy especialmete a la Unión Europea, tanto en los aspectos militares, económicos o políticos por citar algunos.

    Así, por ejemplo, no se ponen de acuerdo en la inversión del gasto militar y comparándolo con Estados Unidos vamos por muy detrás. Y eso que tenemos una economía fuerte y un potencial humano de más de 500 millones de personas.Y no se ponen de acuerdo porque unos proponen que hay que recortar; otros que que invertir menos, total fragmentación. No hay una unión verdadera entre ellos. Mientras este gasto de defensa recae en un 60 % entre Gran Bretaña y Francia. Pero si añadimos Italia y Alemania sumamos un 70 %, y si le volvemos añadir a España y Holanda suman entre los seis países el 80 % del gasto militar en defensa. Y esto no lo pueden o no deben soportar solo estos seis países. Hay que tener más unión y menos fragmentación.

    En política exterior es necesario realizar una política uniforme para la defensa y bienestar de todos los europeos y no cada estado por su cuenta y en su propio beneficio. Tenemos que ser solidarios unos con otros. Más de lo mismo: fragmentación. No hay una posición común en materia de política exterior. Así, cada estado miembro de la Unión Europea tiene su embajada en otros países y no una común que coordine todo. Más fragmentación. Aquí cada uno va a lo suyo. Y eso que hubo propuestas, se crearon comisiones pero, ¿de qué sirvió? Esto demuestra más fragmentación.

    Otro ejemplo de la fragmentación que sufre la Unión Europea: es ninguneada por Rusia cuando esta decide invadir Georgia o, también, cuando China decide cancelar la Cumbre con la Unión Europea por la decisión del presidente francés Sarkozy de reunirse con el Dai Lama y el Ayuntamiento de París nombrarlo Ciudadano de Honor. Pero la cosa no termina aquí, sino que, para más «inri» es cuando Israel en la Guerra de Gaza, decide pasar por encima de cientos de miles personas y la Unión Europea no fue capaz de detener este conflicto. Esto demuestra que la Unión Europea pinta poco en la escena mundial. Y mayor fragmentación no cabe cuando los Estados Unidos deciden invadir Irak y TRECE Estados miembros de la Unión Europea se suman a esta posición de los norteamericanos. Esto demuestra, una vez más, el estado ruinoso de la Política Exterior europea. Recordar que, incluso, algunos Estados decidieron enviar tropas para apoyar al ejército norteamericano.

    El poder de atracción que la Unión Europea ejercía y muchos países ansiaban ser miembros de la UE se va desvaneciendo. Así la imagen que la UE tiene en otros estados como Croacia, Bosnia-Herzegovina o Turquía, países estos que soñaban ser admitidos como miembros, ya no están tan interesados y dispuestos a aceptar numerosos sacrificios para pertenecer a la Unión Europea. Esto demuestra que la UE no se diseñó para hacer una política exterior, sino para una política interior.

    ¿Debe dejar entrar más países la Unión Europea? ¿No habría más fragmentación? Esto no acarrearía traer más religiones, más creencias, más costumbres, más estilos de vida, más acuerdos entre muchos, etc.

    Con estos comentarios y muchos más que hay en el libro se aprecia que en la UE no hay unanimidad en las decisiones que se toma o que se piensan tomar. No hay peso y el resto del mundo pasa de Europa y de la UE. Esto parece que lo encabeza EE.UU. sin olvidar, en este siglo XXI, a países como los formados por la BRIC, léase, Brasil, Rusia, India y China. Es cierto que EE.UU. mira hacia Europa con simpatía pero con indiferencia.

    Europa se fragmenta por no haber una conexión total entre los países. Es importante hacer una política común sin que un Estado la haga por su cuenta. Esto beneficiaría a todos.

    Así se expresa que no podemos protestar sin molestar, condenar sin sancionar. Hay que ser enérgicos. Hacernos valer. Cumplir y hacer cumplir las reglas. Todos juntos podemos ganar. Vamos al fracaso total si desconfiamos de la fortaleza y buen hacer de los demás. Tenemos que respetar a los grandes como Rusia, Estados Unidos, China, etc. pero sin tenerles miedo; actuando todos unidos y no individualmente.

    Ya en los años 2005 la UE estaba retrocediendo. Preocupaba que Europa se volviese una península Asiática. Había una Europa unida, tanto militar como económica para hacer frente al poderoso estado americano. También el poder europeo se fragmentaba dando paso a otros países como los formados por la BRIC aguantando alguno como Alemania o Italia para hacer frente a estos colosos y añadiéndole el emergente país de Sudáfrica a los BRICS. Así nos encontramos que Europa no es una superpotencia. La BRICS aumenta población y Europa envejece. Asia, otro tanto de lo mismo, aumenta y tendrá gente joven en el futuro. ¿Y Europa? Con este panorama habrá que traer inmigrantes y darles la nacionalidad europea, y suponiendo que ellos se sientan europeos. En Europa hay varios países que sienten más el nacionalismo como Gran Bretaña, Grecia, Suecia, Finlandia o Dinamarca. Esto quiere decir que los lazos europeos son débiles. No hay una sensación de una Europa-Nación que nos haría más fuertes y menos fragmentados.

  • María Jesús Magariños López

    Aunque el autor del libro José Ignacio Torreblanca enumera muchas deficiencias que la UE tiene, ya desde sus inicios hasta el momento actual, la más importante es la imagen que trasmite al mundo de falta de unión, a la hora de conseguir acuerdos para posicionarse con firmeza y unanimidad ante los distintos retos, tanto internos, de los 28 países que la integran, como los de carácter internacional con una política exterior débil y a veces inexistente.

    Las instituciones y distintos organismos que «GOBIERNAN» en la UE son a menudo ineficaces por su configuración y falta de independencia a la hora de decidir, estando muy condicionados por la soberanía de los Estados, éstos, obran con recelo y falta de confianza entre ellos y con respeto a la UE, es de una enorme dificultad llegar a acuerdos. Los europeos necesitaban unas 1.000 reuniones de coordinación anuales para fijar una posición común. Estos condicionantes son aprovechados por otros países que tienen una capacidad de decisión menos fragmentada, y resuelven con mayor rapidez, ocupando espacios de poder a los que la UE no llega en tiempo y forma.

    El equilibrio de poderes y fuerzas a nivel mundial, como no podía ser de otra forma, van cambiando, los autoritarismos han echado raíces, se han vuelto más sofisticados e inteligentes y por otro lado las democracias se han degradado notablemente. Por otro lado la UE ha utilizado en la última década doble rasero a la hora de resolver problemas, primando sus intereses por encima de sus principios, lo que le resta credibilidad, y debilita su poder en contraste del éxito obtenido por los modelos de capitalismo autoritario de Rusia o China y las potencias emergentes como Brasil o la India.

    La UE debe proyectar una imagen más cohesionada. Dotar de mayor poder a las instituciones superiores que la representan, sin olvidar los principios que han inspirado su creación como los mejores para garantizar la paz y el desarrollo de la vida de las personas, y asimismo, ampliar su capacidad de negociación y autoridad consensuando los intereses de la mayoría. La mayor unanimidad posible y criterios únicos aplicados sin favoritismos le darían a la UE una mayor imagen de respeto ante el mundo.

    Por otra parte los nuevos países emergentes, no están libres de dificultades, hay que digerir y encajar esa prosperidad por parte de quien corresponde, que son los estados, distribuyendo la riqueza entre sus poblaciones y mejorando sus condiciones de vida, pero no están obrando en consecuencia, unos por demasiado intervencionistas, otros por caóticos, creándose grandes diferencias sociales y dándose la paradoja de que, en la UE existan planes para la ayuda al desarrollo y paliar la pobreza de los países «top team» de la economía mundial como China, India o Brasil.
    La corrupción, la inflación, el envejecimiento de la población, la falta y dificultad de conseguir materias primas para sostener la industria, etc.,etc. son problemas que también atañen y necesitan solución por parte de los BRIC (Brasil, Rusia, India, China)
    Los europeos deberían especializarse en hacer aquello que se les da bien, (mantener sociedades abiertas y cohesionadas capaces de innovar y crear) y, dejar para los demás (mantener grandes ejércitos y una política exterior dedicada a comprar las voluntades de aquellos que tienen materias primas)
    El tiempo ha dejado de jugar a favor de Europa, tanto política como históricamente, y que, en consecuencia, el sentarse a esperar o aislarse del mundo no es una opción, si lo que quiere es preservar el proyecto europeo con sus altos estándares de paz, libertad, prosperidad y equidad, que siguen representado una ideología sumamente aceptable en la que merece la pena creer y por la que merece la pena trabajar.
    Hoy casi seis años después, los acontecimientos demuestran que no se mejoró en lo expuesto en el libro por el autor, al contrario, la capacidad de decisión de la UE es casi residual, el poder de Bruselas es ninguneado. Ante este desconcierto surgen otros poderes unilaterales que imponen «su solución» para, resolver o paliar los retos que amenazan a la UE, es el caso en este último lustro del liderazgo alemán.
    El mundo está atravesando una época de máxima convulsión con muchos frentes abiertos y en este rio revuelto la ganancia es para los mejores pescadores, ¿será la UE uno de ellos?, ojala. Por otra parte ya sabemos que los periodos de bonanza vienen y van, «nada es para siempre». El futuro está por escribir, serán necesarias personas que tengan una acertada visión del mismo.
    Sí el futuro de la Unión Europea fuera convertirse en una, «Suiza o Japón de la vida», creo que a esta gallega-europea no le importaría.

  • M. Rosa de la Puente Núñez

    LA FRAGMENTACIÓN DEL PODER EUROPEO

    La segmentación europea es un hecho no solo evidente sino que en el contexto de algunas transformaciones mundiales aparece ya como irreversible.

    Está muy claro que cada vez es más difícil que los europeos se pongan de acuerdo dadas las diferencias de intereses y de desarrollo económico de sus países. De nada vale el Tratado de Lisboa que crea un Presidente europeo y una especie de Ministro de Relaciones Exteriores único, cuando a la vez se mantiene la presidencia rotativa entre los Ejecutivos de los países miembros y el peso de la Comisión Europea y del Consejo de Ministros de Exteriores es mayor a lo que puedan hacer los funcionarios seleccionados como cabeza y representación de la Unión, cuando los mismos son figuras desconocidas y grises que evitan a los políticos españoles, franceses, alemanes, etc. que encabezan en realidad al bloque y que prefieren velar por los intereses propios de sus países que por los intereses de la Unión.
    Este problema se ve reflejado claramente en algunos aspectos diplomáticos, como bien se explica en el libro, pues en lugar de que una sola embajada represente a la UE en todos los países del mundo, existen varios miles, ya que cada estado tiene sus propias embajadas y consulados, lo que produce un gasto impresionante entre todas las legaciones.
    El número de países que hoy forman parte de la Unión Europea aumentó considerablemente y la realidad es que esto produce más problemas, más dificultades para lograr acuerdos y menos posibilidad de ejercer una presencia fuerte en el mundo como bloque, lo que pudo lograrse si hubiera seguido siendo la Europa de los 12 que abarcó de 1986 con la adhesión de España y Portugal hasta la inclusión de los países escandinavos en 1994. Todavía con la inclusión de estos, la situación era sostenible.

    Aunque el número de países pertenecientes a la UE fue en aumento, el crecimiento de la población es cada vez menor. Como dice el autor del libro, caminamos hacia una Europa sin europeos y ya en algunos países como Alemania, Bélgica, Estonia, Grecia…hay más ataúdes que cunas.
    En 1960 nacían 7,5 millones de niños en los países comunitarios. En 2011 fueron 5,2 millones. Hubo un ligero aumento entre 2002 y 2008, pero con la crisis ha vuelto a caer.
    La tasa de fecundidad está muy por debajo de la necesaria para asegurar la sustitución generacional y también por debajo de la de EEUU que seguirá siendo un país joven frente a la envejecida Europa.
    Por otro lado, el número de personas mayores de 65 años está creciendo en todo el mundo y es verdad, que a esa edad se llega ahora en muchos casos todavía con buena vitalidad, pero las consecuencias económicas y sociales de este envejecimiento producen una mayor amenaza del estado de bienestar. A largo plazo, la sostenibilidad del sistema de pensiones y del gasto social dedicado a los mayores depende de la relación entre la población económicamente activa y la que es más probable que esté económicamente inactiva ( mayores de 65 años) .
    Por todo esto que acabo de exponer puede considerarse a la inmigración como la panacea para resolver en parte este problema de población, pero también es verdad, que desde el punto de vista social hay gran resistencia en algunos países debido a la difícil asimilación cultural de la inmigración, principalmente en este momento la musulmana.
    Desde el punto de vista económico, la necesidad de la inmigración en Europa es incuestionable.
    En cualquier caso, ni tan siquiera está claro que vaya a haber suficientes inmigrantes para compensar el decrecimiento natural de la población europea. Y una Europa envejecida, de escaso dinamismo económico, será menos atractiva para los inmigrantes. La llegada de los refugiados que huyen de los países en guerra puede que hagan variar las circunstancias y encontremos otro tipo de soluciones más o menos negativas o positivas.

    La Unión Europea también se enfrenta a una serie de desafíos internos que condicionan de manera importante su papel en la escena internacional. La cohesión y coherencia de la política europea de seguridad y defensa deja mucho que desear, pues sí que cada país miembro cuenta con gran cantidad de elementos humanos y material dedicado a este fin, pero como siempre por separado sin tener en cuenta la integración europea y si la fragmentación europea.

    Todo esto nos lleva a preguntarnos ¿qué está pasando? y la primera respuesta seria que la UE vive una crisis de confianza interna y externa. Interna, porque las instituciones de la Unión Europea se han neutralizado mediante decisiones unilaterales y la Comisión Europea no ha desempeñado su función de control. Y externa porque, esta comunidad internacional de Estados ha dejado de transmitir una imagen de estabilidad y unión.

    La situación actual, sin duda, está siendo la prueba de fuego para la UE, las diferencias económicas y de fuerza política de los Estados miembros, los subsidios sin posibilidad de ser pagados por los Estados débiles, los nuevos miembros de la empobrecida zona oriental, la cada vez mayor presencia islámica en el continente, la burocratización creciente, las debilidades financieras de países que optaron por el Estado de Bienestar, la llegada de refugiados y un intervencionismo enorme de los gobiernos en la economía a fin de financiar el hedonismo de los europeos, el relativismo moral y el avejentamiento de la sociedad ante la baja natalidad, parecen mostrar que los europeos se dirigen a un suicidio colectivo ya que no existen liderazgos ni mentes capaces de corregir el rumbo. A pesar del bienestar aparente Europa está en franca decadencia, y su papel queda cada vez más marginado en favor de nuevos y más poderosos centros de poder que son capaces de influir en el ámbito mundial, mientras Europa, cada vez más encerrada en si misma, preocupada por sobrevivir y consolidar una unidad que no parece llegar ni tomar la fuerza que se esperaba de ella.
    La UE no puede contribuir a transformar el mundo porque primero tiene que transformarse a si misma y eso se logra solo con unidad y sin protagonismos, pensando y trabajando como un todo y no como un conjunto de países iguales, pues todos presentan unas diferencias y particularidades propias que hay que tener en cuenta.
    Como dice el autor, la limitación más importante del poder europeo tiene que ver con la miopía de sus líderes y, por qué no decirlo, de algunos de sus electorados.
    Por último, aún así, creo que tenemos que ser optimistas en este tema y pensar que poco a poco todos juntos y sin fisuras iremos consiguiendo objetivos en pro de alcanzar una UE de todos y para todos.

  • José Súarez González

    LA FRAGMENTACIÓN DEL PODER EUROPEO.

    La fragmentación del poder europeo y el daño de la llamada “fatiga de ampliación”, hacia el poder blando de la UE, se verían confirmadas, cuando el 17 de Febrero de 2008, Kosovo proclamaba su independencia y la UE se dividía a la hora de reconocer el nuevo estado kosovar, dado que tanto Kosovo como Serbia no tenían otro futuro que el europeo, la solución tenía que ser europea. Una Europa unida podría haber obviado la participación de EE.UU y Rusia en el conflicto, no sin antes imponer a las partes un acuerdo razonable.
    Desgraciadamente este patrón se repite con demasiada frecuencia: en Afganistán, los Balcanes, Oriente Próximo o el África subsahariana, donde Europa aparece como un poder fragmentado, incapaz de llevar a la práctica sus políticas u ofrecer una alternativa frente a EE.UU, China o Rusia.
    La consecuencia de esta fragmentación, se observa perfectamente en la actitud de Moscú, que desafía abiertamente a los europeos cuando estos superan a Rusia tres veces y media en población, 10 veces en gasto militar o 15 veces en términos económicos.
    A los resultados de la fragmentación se añaden los desafíos de la globalización económica, así como también los derivados de una reconfiguración progresiva de las relaciones de poder mundial en la que vuelven a campar a sus anchas elementos clásicos como el poder militar y las rivalidades económicas.

    Otro problema en la UE, es el envejecimiento de su población, siendo típico en todas las sociedades avanzadas (incluso de algunas que no lo son, como China),pero viéndose agravado por dos elementos adicionales: por un lado, a causa de la preferencia europea por unos altos niveles de solidaridad intergeneracional, reflejados en el estado de bienestar. Esta preferencia implica que el envejecimiento de los europeos tiene un impacto fiscal más elevado que los países competidores.
    Por otro lado, las reticencias a paliar el problema del envejecimiento mediante el recurso a la inmigración, sumado a la falta de capacidad de los estados miembros a la hora de integrar a la población inmigrante ya establecida, tienen un efecto que se retroalimenta mutuamente hasta desembocar en políticas de inmigración restrictivas. Por lo tanto los europeos tendrán más personas mayores que atender, cada una de ellas será más cara de atender y, para compensarlo, contará con menos inmigrantes que otros países.

    Al problema demográfico europeo se le puede añadir la ausencia de una vinculación fuerte entre sus ciudadanos; no existe una cultura común europea. Dicho de otra forma, Europa difícilmente tendrá ciudadanos que quieran morir por ella.
    Según una de las últimas evaluaciones sobre la economía en la UE, el panorama no se muestre demasiado alegre, más bien un poco pesimista, casi la mitad de la cesta del IPC ya sube más que los salarios.
    En el año 2000, coincidiendo con la presidencia portuguesa, Europa confiaba en sus posibilidades económicas, y lanzaba un ambicioso programa de reformas que prometían convertir a Europa en la “economía más dinámica y competitiva del mundo”. El mensaje era claro: Europa sería la
    avanzadilla de la transformación hacia un modelo basado en la innovación, el respeto al medio ambiente, el pleno empleo, y mayores cotas de cohesión social.
    Hay que añadir que en 1.999, la UE, aprobaba una ambiciosa agenda en asuntos de justicia e interior, que prometía añadir a Europa más fuerza en una serie de materias claves: la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y una política común de fronteras, asilo y visados.
    La mayoría de las promesas anteriores, al día de la fecha no fueron del todo concluyentes y los ciudadanos de los Estados de la UE, pudieran estar frustrados, principalmente en un sector importante de la sociedad: la juventud y la clase media.
    Después de esta humilde opinión sobre un tema tan complicado y variable en actualidad de la UE, en lo concerniente a su fragmentación, quiero ser optimista siempre y cuando se corrijan algunos de los errores que se han cometido,y que he citado anteriormente.
    Nuestra generación se ha entregado en manos del dios mercado y hemos creado una juventud bajo falsas expectativas que con el tiempo nos pasarán factura, si nuestros políticos no tienen la suficiente cintura para resolver el problema.

  • Concepción Villar Neira

    COMENTARIO DEL LIBRO LA FRAGMENTACIÓN DEL PODER EUROPEO

    Cincuenta años después de la declaración Schuman, los objetivos de los “padres fundadores” parecían cerca de
    verse cumplidos. La reunificación alemana había sido el preludio de la unificación del continente, pues en 1995 la UE acogía en su seno a Austria, Finlandia y Suecia, tres países que habían visto cercenada su autonomía en política exterior debido a la dinámica de la guerra fría. Y en 1998, la UE abría negociaciones de adhesión con ocho candidatos de Europa Central y Oriental. Sumando los últimos retoques en la unión monetaria y las primeras discusiones para la puesta en marcha de una defensa común europea, para muchos era evidente que el siglo XXI estaba destinado a ser el siglo de Europa.

    Esta UE que celebraría en 2004 la firma del Tratado Constitucional augurando, “el comienzo de una nueva era”, se encontraba sólo unos años después completamente postrada y desanimada acerca de su futuro. ¿Cómo había llegado aquí? ¿Por qué? ¿Es irreversible esta situación? A estas preguntas trata de responder el libro de Torreblanca.

    Mientras que China y otros países emergentes ven crecer su poder, la Unión Europea parece tener una presencia cada vez más marginal y una voz más débil en el mundo. Ya sea negociando sobre el cambio climático, promoviendo la democracia y los derechos humanos más allá de sus fronteras o a la hora de defender sus intereses en foros como el G-20, Europa no habla ni actúa con una sola voz.

    Sin embargo, no puede decirse que la UE sea débil o que carezca de poder. Aún al día de hoy es la mayor economía mundial, el segundo bloque comercial, el mayor donante de ayuda al desarrollo y la segunda fuerza militar del planeta.

    Europa, argumenta José Ignacio Torreblanca, es poderosa, pero introvertida, y su poder lo ejerce fragmentariamente. Nos invita a reflexionar sobre las dificultades a enfrentar, ya que, aunque el proyecto europeo esté atravesando una crisis, su declive no
    es inevitable.

    Torreblanca nos describe en este libro los problemas que tiene Europa.

    En el capítulo II “Una pequeña península de Asia”nos dice que mientras Europa se estanca , víctima de la crisis financiera, los países emergentes que denomina “” BRIC”( Brasil, Rusia, India y China) despegan.

    A todos ellos los disecciona como grupo e individualmente. Y, aunque su irrupción ha provocado la reconfiguración de las dinámicas internacionales, ellos prefieren mantenerse al margen de cualquier gobierno mundial. En consecuencia, sólo participan en las
    instituciones supranacionales cuando sus intereses económicos están juego “para todo lo demás se acude al principio de soberanía y no injerencia en los asuntos internos”

    Pero después en los capítulos siguientes vemos que los grandes elefantes que parece que van arrollar todo también tienen tantos o más problemas y fragilidades que nosotros.

    Estoy muy de acuerdo con lo que dice Javier Solana:

    Este libro analiza lasdificultades de Europa para actuar de forma unida y ser relevante en el mundo, pero lo hace desde el convencimiento de que los valores que representa no solo son los mejores, sino los únicos posibles a la hora de garantizar la paz y la
    prosperidad de los europeos”.

    Los europeos parecen desmoralizados por la pérdida de competitividad, la inviabilidad de sus niveles de protección social, sus problemas demográficos, la falta de liderazgo y solidaridad interna o la crisis de sus valores. Con el auge de China y otros países emergentes, el mundo se encamina a ser multipolar en el que solo cuenta el peso económico y militar de los Estados. En ese mundo con pocas normas y donde ni la democracia ni la economía de mercado son mayoritarias o gozan de aceptación universal, la UE sería progresivamente marginalizada hasta quedar convertida en un “parque temático”, una gran Suiza, ejemplar para sí misma,
    pero aislada del mundo y sin voluntad de influir en nadie, escribe Torreblanca.

    Torreblanca nos hace unas reflexiones sobre la Rusia de Putin, y la mayoría de ellas se han reflejado recientemente en la actuación del Kremlin hacia Ucrania. El autor ofrece un amplio listado de anomalías que configuran el modelo ruso y que se aprecian fácilmente (la libertad de los medios de comunicación es una entelequia, al igual que la separación entre poder económico y político).

    A pesar de todos los problemas, el autor no se abandona al pesimismo o al catastrofismo y hace un ejercicio de reafirmación de los valores europeos como la mejor manera de triunfar en el siglo XXI. José Ignacio Torreblanca está convencido que no es necesario abrazar los modelos adoptados por los diferentes países emergentes para mantener el poder de influencia en el nuevo reparto de poderes y roles que se avecina en este nuevo siglo.

    Torreblanca desea una unión europea fuerte porque considera que es la mejor opción para sus ciudadanos. La reivindicación del bienestar -una prioridad obvia, aunque poco frecuente en nuestros tiempos- constituye uno de los mayores méritos de este libro.
    Porque, como explicita en su parte final, nuestros países están formados por personas que poseen el derecho, casi la obligación, de aspirar a una mayor calidad de vida. Así pues, “La fragmentación del poder europeo” es una llamada de atención sobre la necesidad no solo de defender un modelo económico, también un modelo ético.

    El autor está a favor de la UE, pero también resalta sus debilidades. Así, señala con claridad las consecuencias de la falta de liderazgo, de la nula respuesta al signo de los tiempos –materializada en la xenofobia y en divisiones tan desafortunadas como la provocada por la invasión de Irak-. En consecuencia afirma la necesidad de que Europa asuma la necesidad de transformarse, de aceptar la realidad de unas cifras demográficas y económicas en retroceso en comparación con otros polos de poder en auge y de
    que trate a sus contrincantes como son, no como nos gustaría que fueran.

    Los déficits que tiene la UE han provocado que pierda parte de su atractivo como proyecto no sólo para amplios sectores de la ciudadanía de los Estados miembros, sino para algunos países comoTurquía que aspiraban (y aspiran) a formar parte del club
    comunitario.

    Es evidente que los cambios que ha experimentado el mundo en las últimas décadas han afectado a la UE y que ésta no siempre ha sabido responder de manera adecuada.

    Los siete primeros capítulos no son nada optimistas, son bastante negativos pero sí realistas. Esto no significa que el proyecto europeo haya perdido su atractivo. Sin embargo, la UE deberá dar un giro al modus operandi que le ha caracterizado en los últimos
    años y potenciar aquellas virtudes que le hicieron relevante, o incluso modélica, a partir de 1950.

    En el capítulo VIII vemos las debilidades de los demás ( China , Rusia, Brasil)

    CONCLUSIÓN

    Este libro lo deberíamos leer todos porque el actual declive del proyecto europeo no solo afecta a expertos y políticos. Nos afecta a todos y de todos es responsabilidad valorar lo que hemos conseguido y lo que supondría su pérdida. Además, como afirma el autor,
    el declive no es inevitable. La UE necesita modificar su genética introvertida –que compara con la de animales, como el koala, que frente a cambios en su ecosistema debieron evolucionar para evitar la extinción- para desempeñar el papel que hoy le exige un contexto internacional cambiante, con nuevos actores, nuevos desafíos y nuevas oportunidades.

  • José Súarez González

    LA FRAGMENTACIÓN DEL PODER EUROPEO.

    La fragmentación del poder europeo y el daño de la llamada “fatiga de ampliación”, hacia el poder blando de la UE, se verían confirmadas, cuando el 17 de Febrero de 2008, Kosovo proclamaba su independencia y la UE se dividía a la hora de reconocer el nuevo estado kosovar, dado que tanto Kosovo como Serbia no tenían otro futuro que el europeo, la solución tenía que ser europea. Una Europa unida podría haber obviado la participación de EE.UU y Rusia en el conflicto, no sin antes imponer a las partes un acuerdo razonable.
    Desgraciadamente este patrón se repite con demasiada frecuencia: en Afganistán, los Balcanes, Oriente Próximo o el África subsahariana, donde Europa aparece como un poder fragmentado, incapaz de llevar a la práctica sus políticas u ofrecer una alternativa frente a EE.UU, China o Rusia.
    La consecuencia de esta fragmentación, se observa perfectamente en la actitud de Moscú, que desafía abiertamente a los europeos cuando estos superan a Rusia tres veces y media en población, 10 veces en gasto militar o 15 veces en términos económicos.
    A los resultados de la fragmentación se añaden los desafíos de la globalización económica, así como también los derivados de una reconfiguración progresiva de las relaciones de poder mundial en la que vuelven a campar a sus anchas elementos clásicos como el poder militar y las rivalidades económicas.

    Otro problema en la UE, es el envejecimiento de su población, siendo típico en todas las sociedades avanzadas (incluso de algunas que no lo son, como China),pero viéndose agravado por dos elementos adicionales: por un lado, a causa de la preferencia europea por unos altos niveles de solidaridad intergeneracional, reflejados en el estado de bienestar. Esta preferencia implica que el envejecimiento de los europeos tiene un impacto fiscal más elevado que los países competidores.
    Por otro lado, las reticencias a paliar el problema del envejecimiento mediante el recurso a la inmigración, sumado a la falta de capacidad de los estados miembros a la hora de integrar a la población inmigrante ya establecida, tienen un efecto que se retroalimenta mutuamente hasta desembocar en políticas de inmigración restrictivas. Por lo tanto los europeos tendrán más personas mayores que atender, cada una de ellas será más cara de atender y, para compensarlo, contará con menos inmigrantes que otros países.

    Al problema demográfico europeo se le puede añadir la ausencia de una vinculación fuerte entre sus ciudadanos; no existe una cultura común europea. Dicho de otra forma, Europa difícilmente tendrá ciudadanos que quieran morir por ella.
    Según una de las últimas evaluaciones sobre la economía en la UE, el panorama no se muestre demasiado alegre, más bien un poco pesimista, casi la mitad de la cesta del IPC ya sube más que los salarios.
    En el año 2000, coincidiendo con la presidencia portuguesa, Europa confiaba en sus posibilidades económicas, y lanzaba un ambicioso programa de reformas que prometían convertir a Europa en la “economía más dinámica y competitiva del mundo”. El mensaje era claro: Europa sería la
    avanzadilla de la transformación hacia un modelo basado en la innovación, el respeto al medio ambiente, el pleno empleo, y mayores cotas de cohesión social.
    Hay que añadir que en 1.999, la UE, aprobaba una ambiciosa agenda en asuntos de justicia e interior, que prometía añadir a Europa más fuerza en una serie de materias claves: la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y una política común de fronteras, asilo y visados.
    La mayoría de las promesas anteriores, al día de la fecha no fueron del todo concluyentes y los ciudadanos de los Estados de la UE, pudieran estar frustrados, principalmente en un sector importante de la sociedad: la juventud y la clase media.
    Después de esta humilde opinión sobre un tema tan complicado y variable en actualidad de la UE, en lo concerniente a su fragmentación, quiero ser optimista siempre y cuando se corrijan algunos de los errores que se han cometido,y que he citado anteriormente.
    Nuestra generación se ha entregado en manos del dios mercado y hemos creado una juventud bajo falsas expectativas que con el tiempo nos pasarán factura, si nuestros políticos no tienen la suficiente cintura para resolver el problema.

  • Concepción Mumary Ruibal

    Concepción Mumary Ruibal

    LA FRAGMENTACIÓN DEL PODER EUROPEO

    José Ignacio Torreblanca

    O autor deste libro fai unha análise completa das causas da perda de poder a nivel mundial de Europa, causas que teñen que ver tanto con problemáticas internas como externas á unión. Estas últimas relacionadas con outros países que emerxen como potencias
    en distintos ámbitos ,que utilizan as institucións internacionais so cando lles convén , e con EEUU que segue detentando o que no libro se chama “ o poder duro”.

    Nun principio a UE fíxose buscando a reconciliación dos europeos e o fin da longa guerra civil europea comezada en 1870 e rematada en 1945 . Foi un proceso de integración deseñado de acordo a unha lóxica hacia dentro, procurando a ausencia de guerra en Europa, potenciando un mercado interior, suprimindo as barreiras entre os estados membros ( non para os outros países de fóra do ámbito),
    dando estabilidade, homoxeneidade política e económica aos países que a conformaban…pero foi ademais un deseño antifederalista, polo que “máis Europa” nunca sinificou “máis estado”

    A Europa posterior á caída do Muro de Berlín, cun Proxecto do que disfrutamos 500 millóns de persoas e 27 estados, vive en Paz,
    libre e unida como nunca antes na súa historia, pero cunha prosperidade en entredito e cos seus valores postos en cuestión por varios motivos que se tratan ao longo do libro. Quizais o motivo máis importante, porque abre o camiño a moitos outros, sexa o da fragmentación .

    Posiblemente a UE naceu xa bastante fragmentada, xa que desde o principio englobaba países, estados moi antigos, con moita historia e cun pasado moi poderoso que tiveran enfrontamentos e problemas entre eles durante séculos, o que fixo moi fácil que apareceran
    nacionalismos á hora de negociar, de reivindicar, de contribuír e hai moitos cidadáns europeos que non queren renunciar á soberanía nacional ou ao dereito de veto a favor das institucións europeas. Logo están as ampliacións da UE cos países do Leste, que tampouco axudan a afondar na integración, posto que son contrarios a darlle a Bruselas parte da súa hexemonía.

    A UE ás veces parece so un mosaico de países distintos tanto a nivel económico como social e lingüístico. Hai países da UE receosos en cuestións sociais, países receosos coa inmigración e a libre circulación de persoas, outros receosos pola perda de soberanía e por ter que facer transferencias fiscais a países máis pobres, outros países son receosos porque cren que se lles cuestiona a súa soberanía…

    En xeral Europa está orgullosa dos valores que quere representar e que realmente é a onde quixeran chegar as cidadanías de todos os países do mundo: liberdade, democracia, estado de dereito, dereitos humáns, respecto á dignidade humana, principio de igualdade e solidariedade, medioambiente saudable…e o respecto aos principios da Carta das Nacións Unidas e do Dereito Internacional (segundo o artigo 21 do Tratado da Unión). O malo é que na defensa destes mesmos valores que se poden reclamar como europeos, Europa perde forza cando os propios países que conforman esta UE so aplican estes valores dentro das súas propias fronteiras – e non sempre, pois en Europa hai bastante deterioro da liberdade de expresión, e desde o cambio de século vimos aparecer un avance progresivo das tendencias xenófobas con éxito electoral dos partidos xenófobos poñendo trabas de libre establecemento nos seus países a cidadáns nacionais dos novos países membros-, pero a UE non defende tanto eses valores noutros países ou noutros continentes onde poñen moitos obstáculos para que a poboación os poidan acadar algún día. Incluso as axudas que dan os distintos países da UE a outros países, ás veces non teñen que ver coas necesidades reais, senón cos intereses propios, pois moitas veces destínanse partes sustanciais das axudas a países que non son pobres, senón que son tremendamente desiguais.

    A situación de dependencia enerxética da unión, impón tanta presión, que por razóns prácticas Europa vese obrigada a marxinar da súa axenda exterior a promoción da democracia e os dereitos humanos que forman parte dos seus valores.

    O autor analiza algunhas debilidades que amosa a UE, entre elas:
    – Un Poder militar e diplomático fragmentado.
    – Unha demografía en declive fronte aos países emerxentes con poboación moi nova.
    – Unha economía anquilosada.
    – A súa relevancia en retroceso pois nunca actúa internacionalmente cunha soa voz polo que perde credibilidade en todos os
    foros.
    -Presenta un atractivo cada vez menor xa que actualmente contan como valores en alza o poder económico e o poder militar, sendo este último moi limitado en Europa e con moitas diferenzas que non son so orzamentais entre os países integrantes.

    A medida que se avanza na lectura do libro vese que os distintos estados que conforman a UE non se poñen de acordo para levar adiante ningunha política común, nin para ofrecer alternativas ás políticas que leva á práctica EEUU (e ultimamente tamén
    China e Rusia), polo que a UE vese forzada a poñer os seus recursos ao servizo de políticas que non coinciden cos seus propios valores e intereses, por isto segue a perder credibilidade non so fóra, senón tamén dentro da propia Unión. (Isto pasou coas políticas empregadas en Afganistán, Balcáns, Oriente Próximo, África subsahariana.. onde a UE non acadou o respecto dos países en liza.)

    Penso que a visión do autor pode ser un pouco pesimista cando fai tamén análises coma estes:
    .O lema da UE é: “unidos na diversidade”, pero ás veces parece ser máis “divididos na unidade” xa que a pesares de ter fortes intereses comúns, os distintos países teñen en ocasións visións tan diferentes en materias fundamentais que, en vez de actuar
    solidariamente uns a favor dos outros, as diferenzas lévanos á parálise. Parecen non darse de conta de que os estados europeos non son o suficientemente fortes para manter políticas de seguridade e defensa propias e diferenciadas pero tampouco foron
    quen de acadar un sistema único e colectivo de política exterior suficientemente integrado e coherente.
    .A UE tampouco ten un goberno económico cos instrumentos típicos dos que dispoñen os estados (Tesouro ou Facenda Pública común) polo que a zona euro dificilmente pode sortear os chamados “shoks asimétricos” que afectan a algúns estados.
    .Os europeos nunca se poñen de total acordo en cuestións relacionadas cos dereitos humanos, en asuntos comerciais e en cuestións de seguridade.
    .Europa estase facendo irrelevante no mundo porque non ten gran poder nin económico nin militar que é o que manda nestes momentos. A Cultura, a democracia e os principios e valores que preconizaba foron quedando relegados polo que corre o risco de quedar illada no mundo sen posibilidade nin vontade de influír en ninguén.
    .Nos intentos de adquirir visibilidade internacional nas cumes do G20 e nas Cumes do Cambio climático, Europa fracasou posto que non logra falar con voz propia e ás veces é ninguneada cando non humillada polas grandes e polas novas potencias.
    .EEUU ten hacia Europa unas actitudes que oscilan entre a simpatía e a indiferenza, dependendo das súas necesidades e intereses.
    .China relaciónase coa UE ou cos Estados da Unión individualmente segundo lle interese: para cuestións comerciais, falan con
    Bruselas. Se se trata de temas relacionados con inversión, entón tratan co estado que lles conveña en cada ocasión.
    .Rusia, que nin é Europa nin quere ser coma ela (segundo un dos pensadores de cabeceira de Putin), obtén todo o que quere da UE porque esta, unha vez máis, está dividida en cinco grupos segundo as preferencias de como tratar a Rusia, e esta aprovéitase da súa división.
    .Parecidas situacións ocorren co resto dos países e mercados emerxentes. Como Europa non fala cunha soa voz, non mantén sempre os mesmos criterios e non dispón de gran poderío bélico, nos últimos anos non conta demasiado nos foros internacionais.

    A pesares de todas as valoracións anteriores, estou de acordo co autor cando di que o Proxecto europeo, cos seus altos estándares de Paz, Liberdade, Prosperidade e Equidade, segue a representar unha ideoloxía sumamente aceptable na que paga a pena crer
    e pola que paga a pena traballar.

    Esperemos que no futuro Europa, cunha soa voz, volva ter atractivo e influenza para que estes valores universais se extendan polo maior número posible de países, de xeito que os centros de decisión internacional non estean controlados so polos poderes
    económicos, que son os que ultimamente mandan realmente.

  • María Jesús Magariños López

    ¿Una gran ilusión?

    Considerando la palabra ilusión como sinónimo de espejismo.

    Sobre el argumento de que la Unión Europea llegó a existir
    funcionalmente hablando, para salvar las economías domésticas de sus estados
    miembros. Basa sus inicios en una unión meramente mercantilista, cuyo gran
    objetivo era resarcirse de la gran decadencia provocada por la segunda guerra mundial, sin haberse recobrado
    totalmente de la primera. Y ese crecimiento económico, sin parangón, en un
    tiempo record y que permitió al eje central de países fundadores de la unión
    resurgir de sus cenizas y ponerse a la altura de potencias mundiales, se debió
    a un conjunto de circunstancias
    favorables que tuvieron lugar en ese periodo.

    ” Lo que fuera que hizo posible la Europa Occidental que
    ahora tenemos constituyó un hecho único e irrepetible”. Que llevó aparejado
    unos años excelentes a todos los niveles alcanzándose un gran estado de
    bienestar general. Esta euforia y autosuficiencia dio lugar a la idea de
    expandir sus normas y beneficios a otros países vecinos, que además contribuirían a salvaguardar sus intereses y así
    se fue incrementando el territorio y la población de la Unión Europea. Pero
    esta anexión de países no se materializó con una integración plena de los
    mismos, digamos que fue parcial, provocando unas desigualdades manifiestas, que dieron
    lugar a una Europa de velocidades
    distintas, situación que de momento tiene pocas esperanzas de revertir.

    La presión externa ha forzado históricamente a Europa hacia
    la unidad a costa de una reducción de sus ambiciones. Esta no sería la primera
    vez que una Europa hasta la fecha expansionista se ha sentido obligada a
    contraerse.

    Ahora estamos en otro momento y con otras circunstancias que
    hacen que la Unión Europea deba recordarse que
    ha sido el medio, no el fin de los logros alcanzados.

    Europa no debe hacer la vista gorda ante las dificultades de
    sus países miembros y debe ser capaz de aportar ideas comprometidas que ayuden
    a solucionar los grandes problemas que surgen en su territorio y dejar de ser
    algo más que un concepto geográfico para llegar a ser una respuesta.

    Perspectivas de la UE, o más bien perspectivas de Alemania
    bajo la estrecha desconfianza de Francia y Reino Unido, los verdaderos gallos
    del gallinero, los demás a esperar órdenes y
    a cumplir, sin peso político, viejas ideas para situaciones nuevas

    Europa unida pero con intereses comunes, que faciliten a todos los europeos unas
    condiciones en igualdad de derechos y obligaciones. Hay que fomentar nuevas formas
    de convivencia que se adecue más a la situación real, y que ilusionen a las
    nuevas generaciones, los jóvenes son el futuro que hay que cuidar con más esmero,
    dependemos y estamos en sus manos, no podemos seguir haciendo política para
    unos pocos que no ven más allá que su
    cuenta corriente y el poder económico. Más pronto que tarde debe despertar ese
    argumento y punto de inflexión antes que los fantasmas del pasado puedan
    retornar, las aspiraciones y pasiones
    conviven entre nosotros. La gente puede olvidarse de recordar– o, quizá,
    olvidarse de olvidar.

  • Nestor Rodriguez

    Para quen vendo esta participación poida pensar con razón que son un atrevido, advirto que solo a “invitación” que nos fai o profesor da materia no Programa de Maiores do Campus de Pontevedra me autoriza a poñer, dende as miñas carencias europeísticas e literarias, o comentario que segue:

    Direi de entrada que, por culturilla, lin no seu día outras obras de envergadura similar, pouco máis que opúsculos, sobre a C.E. e que me gustaría poñer en relación: A primeira foi alá polos anos setenta, posiblemente se titulaba “Europa, unha tarefa inacabada”, e recordo que me gustou porque, na liña do que desexábamos os españois, manifestaba o intento de construír para alcanzar unha mellor calidade de vida, o que se foi consolidando tanto nos países que xa eran como nos que pasaron a ser. A segunda foi uns dez ou quince anos despois ó caer nas miñas mans outro pequeno pero interesante documento informativo máis ou menos titulado “100 preguntas sobre Maastricht”, que me permitiu coñecer algo mellor o ilusionante proxecto.

    A lectura do título que nos ocupa faise sinxela e non deixa de ter certa carga de humor, non obstante parece un tanto demagóxica e pouco construtiva, precisamente contraria ó pensamento e feitos do ilustre europeísta que da nome a esta cátedra; porque dende un punto de vista proeuropeo ¿alguén cree que é posible a coordinación de semellante “babel-estructura” senón mediante un mostruo burocrático e administrativo que o asuma?, sendo así penso que bastante sorte temos que se lle poida adxectivar como xentil.

    Desenvolve o autor as cuestións nunha especie de decálogo sobre o monstruo: É verdade que como primeiro punto cúrase en saúde facendo unha serie de recoñecementos ás vantaxes que ten suposto pertencer a el; pero adoece de superficialidade en temas que no seu momento achanzaron dificilísimos camiños que percorrer.

    Pasa despois a criticar sucesivamente os medios de comunicación dos que a CE está dotada, que asocia á propaganda. Alude ós funcionarios e cargos, atribuíndolle un bo nivel só ós primeiros que os considera cualificados pero vaidosos en tanto que dos segundos opina que algúns están alí por seren incómodos no seu país, usando a ilustrativa frase de que se “caeron un chanzo arriba”. Mediante a fargallada que sempre supoñen as siglas, desgreña a complexa e inevitable estrutura organizativa. Adxectiva corporativismo con un pensar moi seu no que non se libran nin os propios edificios que aloxan os servizos nin tampouco os barrios onde están ubicados.

    Saca a relucir as etapas de Napoleón e Hitler nunha comparativa de que a CE pode supor unha nova “camisa de forza” para os países que a forman. Ó respecto da economía contrasta as naturais reticencias e desconfianzas dos países do Norte coa tolerancia que se ven tendo cos do Sur debido a incumprimentos nos parámetros e criterios de adhesión e converxencia. Como abraiante remate, aínda recoñecendo que o Tratado de Lisboa mellora ó de Maastricht, pon en dubida á tríade formada polo Parlamento, Consello e Comisión o dicir que supón un buraco negro polo que desaparece a democracia.

    Aínda recoñecendo a parte de razón que con sentido crítico poida ter no contido xeral, como modesto europeísta agradecido que me considero e que desexa para os seus fillos e netos xugos como estes e non outros que lles prometan os visionarios e liberadores de quenda, debo traer aquí os meus recordos do que supuxeron no seu día os fondos estruturais para o noso país e que nestes momentos supoño gozarán outros que chegaron despois de nós e, para rematar, en defensa da actual UE aproveito e arranxo unha frase moi galega que diría “perdóenlle a mal que me sabe polo ben que me fai”.

    Pontevedra, 8 de novembro de 2016

  • juanmei

    Si lo que nos narra Hans. Enzensberger en «El gentil monstruo de Bruselas» sobre la construcción, pilares y funcionamiento de la Unión Europea es real y cierto: Dios nos coja confesados. Como resumen y conclusión pienso que quienes nos intentan gobernar son solo unos burocrátas muy bien pagados que nos degobiernan perdidos en una laberinto jurídico que mientras se mueven por sus «cuevas» de Bruselas, Estrasburgo, Luxemburgo o Frankfurt solo muestran vanidad y persiguen un afán de gloria, no siendo faro guía para una ciudadanía que intuyen lejana y utilizan únicamente en su beneficio mientras pagan cuantiosos impuestos que rentabilizan muy bien.
    Nadie en su sano juicio democrático se cree que las instituciones euripeas puedan sacacarnos del atolladero social, económico y cultural en que nos encontramos actualmente. Tal y como lo estan planteando, todo de espaldas a los ciudadanos, sin duda, será la causa principal de su destrucción o mjor su autodetrucción.
    El autor construye un relato narrativo realista sobre la inviabilidad de una unión para la que los ciudadanos apenas opinan o dicen nada, dirigida por una casta incapaz de elaborar una Constitución que nos acoja a todos los ciudadanos y Estados de Europa para construir un futuro común alcanzando objetivos comunes que beneficiasen a la totalidad, inspirada en la herencia cultural, religiosa y humanista (se intentó en el 2004 y se fracasó) que nos elevara a otra cateegoría, orgullosos de nuestra trayectoria y tradiciones, conviertiéndonos en ciudadanos y no en esclavos o siervos, elaborando unas directrices cuyo resultado siempre es cuestionable. Hans Enzensberger, por otro lado, no define ni defiende los beneficios que la integración generará y que se distribuiría y beneficiarían a todos. Incluso a veces, interpreta falsedades y esparce desasosiego enumerandolas por encima y de puntillas, y no profundiza en ningún momento en las principales aportaciones que una unión fuerte y real aportaría bienestar europeo en su ciudadanía: décadas de paz (constatado), desaparición de fronteras, moneda única, libre circulación en movimientos, trabajo u ocio o en la búsqueda de una cohesión, territorial, fiscal, migratoria, etc,
    No me ha entusiasmado la lecgtura de este libro y no lo tendré por cabecera, más a pesar de ello, pienso, creo y apuesto por la existencia futura de una Europa federal que respete la disparidad cultural, lingüistica, religiosa y de personas iguales ante la Ley e iguales en oportunidades.

  • Salome Freitas Juvino

    Comentario al libro “ El Gentil Monstruo de Bruselas “ de Mª Salomé Freitas Juvino.

    Hans Magnus Enzensberger es un filólogo, lingüista, traductor, crítico, novelista, filósofo, poeta, ensayista, periodista, radiofonista, dramaturgo y editor nacido en Kaufbeuren (Allgäu bávaro) .

    Siempre atento a la actualidad -virtud de la que ha dado cumplida prueba desde 1965 al frente de la revista Kursbuch y desde 1985 como editor de la Andere Bibliotek-, el incorregible humanista no podía dejar pasar una oportunidad como la crisis europea más grave desde el nacimiento del proyecto de integración regional más exitoso de la historia para ajustar cuentas con el monstruo.

    En El gentil monstruo de Bruselas confirma con creces los epítetos lanzados contra él : neocon, destructor, anarquista, ideólogo, incrédulo, amante de los juegos de palabras estéticos, crítico mordaz, antieuropeo…

    a) Juicio desde el punto de vista económico, político y social.

    De las cien páginas de este opúsculo sin desperdicio, dividido en nueve partes, sólo en la primera (cuatro escuálidas páginas que titula, con recochineo, Glorias & Alabanzas) reconoce algo. positivo en lo que, según sus propias palabras, “no ha dejado de ser lo que hasta 1993 predicaba su nombre: una comunidad económica”. (p.65) “Entre los Estados que pertenecen a la Unión Europea no ha habido un solo conflicto armado desde 1945. ¡Casi una generación entera sin guerra!”, escribe en el segundo párrafo del libro. .

    Junto a esa nada despreciable anomalía histórica que resuelve en cuatro líneas, reconoce también las ventajas de la libertad de movimiento de personas y mercancías por el continente, las gigantescas ayudas a la agricultura y a las infraestructuras, y los esfuerzos para “poner fin a ese ridículo parcheo que hace del control del espacio aéreo europeo un peligroso juego de paciencia”. (p.10) Las 96 páginas restantes del libro son una crítica despiadada de la autopropaganda (jergas y jirigonzas), las manías (derroche y reglamentarismo), la burocracia josefinista (término copiado de Robert Menasse), el espíritu de cuerpo, los orígenes (otorga todo el mérito o demérito, según se mire, a Jean Monnet, los demás fundadores se difuminan) y, sobre todo, el déficit democrático de la UE.

    No hay defecto, por mínimo que sea -desde el reglamento sobre los pepinos hasta los requisitos comunitarios de dimensión mínima de los condones-, que no documente con increíble precisión, aunque sean normas ya obsoletas. Ninguna de sus críticas es falsa, pero las exagera y descontextualiza de tal manera que, salvo en su denuncia del déficit democrático, donde se puede ser todavía más duro, pierde parte de razón.

    “Con la forma de gobierno blando que ejerce, la Unión efectivamente ha pisado terreno nuevo”, concluye. “Es, en el doble sentido de la palabra, una quimera: proyecto utópico a la vez que ente mestizo, deseoso de imponer con autoridad incondicional y presión educativa las filantrópicas intenciones que persigue con astucia y paciencia”. (p. 91)

    Aunque expresamente no lo reconoce , todo el texto rezuma una absoluta falta de fe en el sueño posnacional europeísta y una nostalgia peligrosa del viejo Estado nación.

    Hace hincapié en que tan escondidos y emboscados se hallan los burócratas de la Unión, que los ciudadanos europeos apenas saben nada de lo que esta gente hace. La UE es algo brumoso, oscuro, que a veces localizamos en Bruselas, Estrasburgo y Luxemburgo. En verdad, nadie sabe el nombre de las instituciones de la UE, salvo los miembros de la casta política que han abandonado, definitivamente, su noble profesión de políticos para convertirse en pérfidos burócratas que desconocen por completo la maquinaria institucional a la que han entregado sus pobres vidas. Asesinado el arte de la política, de la vida política, todo puede pasar.

    La pacífica burocracia de sus instituciones no conseguirá eludir la causa principal de su derrota: el déficit democrático. La UE está construida de espaldas a sus ciudadanos, o peor, estos son tratados antes como súbditos que como seres libres. La política, como la filosofía, siempre se venga de quienes la niegan. Los señores burócratas de la UE han vuelto a caer en la misma soberbia que destruyó a los grandes imperios: «La sobreexpansión y las contradicciones internas son las causas de su fracaso».

    He ahí la principal conclusión que extrae Hans Magnus Enzensberger de su ensayo . La democracia política, como en otros tiempos, volverá a vengarse de quienes han tratado unificar formas de vida diversas: «Las instituciones que quieren cortar a Europa por el mismo patrón y colonizar nuestro mundo cotidiano nos obstaculizan más de lo que nos sirven. Rabian por normalizarnos. La unidad es buena, pero la diversidad es mejor». «Por favor», concluye su libro el ensayista alemán, «déjennos en paz con sus superfluas directivas.»
    Enzensberger construye un relato realista sobre la inviabilidad de la Unión sin el respeto a los ciudadanos, pero el libro de Enzensberger aporta una novedad: su poético realismo. Los hechos que aportan son irrebatibles.

    Es un texto sencillo, sí, pero su argumento central es la clave de la filosofía política de nuestra época: el totalitarismo inserto en las formas de vida aparentemente democráticas está acabando con la UE. Sí, Enzensberger expresa con la rotundidad del buen verso que la tragedia de Europa no es otra que «la incapacitación política de los ciudadanos» por unos pacíficos burócratas, que desconocen incluso el más elemental sentido de la noción de dignidad humana. La burocracia de la UE no quiere ciudadanos sino siervos voluntarios.

    L o que está claro es que la Unión Europea está en crisis, se quiera reconocer o no. Esta crisis se origina porque la UE ha admitido a demasiados países en su seno. Además, todavía no se ha construido una identidad europea común, cosa que quizás sea imposible. Ahora bien, creo que por lo menos habría que intentar la construcción de esta identidad Europea. Las naciones no son realidades naturales, sino que, como todas obras humanas, se han construido en un proyecto de siglos que aúna educación, símbolos y ejércitos. Creo que la UE necesita esta identidad. El problema es que carece de elementos comunes a nivel étnico, lingüístico, histórico o religioso. Ahora solo es un mercado, carece de unidad política. Y no se sabe si será capaz de encontrar acomodo ante la emergencia de los grandes espacios como China, India o América del Sur .Por el momento, la UE se maneja en función de los intereses de los Estados Hegemónicos, que son Francia y Alemania, y todo indica que va a seguir así. Las instituciones europeas no funcionan. Son los Estados hegemónicos, quienes, a su vez, están en decadencia evidente, los que realmente deciden.

    Mientras tanto, parece que la UE está condenada a ser un mercado económico común. Y eso, mientras el Euro sea una moneda irreversible, cosa que está por ver… Nadie está planteando con seriedad un proyecto político común desde el fracaso de la Constitución europea.. Ahora mismo no es que no haya estadistas capaces de hacerlo, que no los hay, sino que ni siquiera existen los estadistas capaces de concebir un proyecto semejante. La UE se pensó para contener las guerras periódicas entre Francia y Alemania y para tener un mercado propio frente a los EE.UU. y la URSS, pero las circunstancias han cambiado. Además, las élites de la UE carecen de legitimidad

    democrática, lo cual no es necesariamente malo, pero, en todo caso, son unos tecnócratas, y ello tiene sus límites. Estas élites europeas son lejanas, la gente no se identifica con ellas, así que elegir un Presidente para toda la UE sería complicado. Como decía antes, no hay afinidades étnicas o lingüísticas para toda Europa. Quizás este Presidente podría elegirse en función de su ideología, pero parece difícil. Todo señala que los procesos de identificación política seguirán orbitando en torno al Estado-Nación o las regiones.

    Raymond Aron ( filósofo, sociólogo y comentarista político francés ) sostuvo que el Reino Unido era el Telón de Aquiles de Europa. Creo que ahora mismo nos encontramos en una situación de paréntesis, precisamente por su salida , aparentemente, de la U.E.

    No hay nada irreversible, ni para bien ni para mal, pero hace falta que la situación en Europa se consolide y luego ya se podrá hablar de instituciones comunes. La UE es lo que es: un tinglado burocrático de corte socialdemócrata superpuesto a los Estados particulares.

    b) Juicio crítico desde el punto de vista jurídico.

    Como profesional del Derecho entiendo que el autor omite la contribución que el TJUE realiza al mundo del Derecho , sobre todo , en materia de social , igualdad, libertad de circulación…etc. En este sentido el ensayo de Hans Magnus E., me parece muy pobre.

    No menciona, por ejemplo, que a través de su jurisprudencia, el Tribunal de Justicia ha establecido la obligación de las administraciones y de los órganos jurisdiccionales nacionales de aplicar plenamente el Derecho de la Unión dentro de su esfera competencial y de proteger los derechos que éste otorga a los ciudadanos (aplicación directa del Derecho de la Unión), descartando para ello cualquier disposición contraria del Derecho nacional, ya sea anterior o posterior a la norma de la Unión (primacía del Derecho de la Unión sobre el Derecho nacional).
    El Tribunal de Justicia también ha reconocido el principio de la responsabilidad de los Estados miembros en caso de incumplimiento del Derecho de la Unión .
    Entre las miles de sentencias dictadas por el Tribunal de Justicia, la mayoría, en especial todas las pronunciadas con carácter prejudicial, tienen claramente consecuencias importantes en la vida cotidiana de los ciudadanos de la Unión. Algunas de ellas se citan a continuación como ejemplo en los ámbitos más importantes del Derecho de la Unión.
    Libre circulación de mercancías
    Desde la sentencia Cassis de Dijon, dictada en 1979, relativa al principio de la libre circulación de mercancías, los comerciantes de un Estado pueden importar cualquier producto procedente de otro Estado de la Unión, con tal de que haya sido legalmente fabricado y comercializado en dicho Estado y de que no existan motivos imperativos, relativos, por ejemplo, a la protección de la salud y del medio ambiente, que se opongan a su importación al Estado de consumo.
    Libre circulación de personas
    Existen numerosas sentencias en el ámbito de la libre circulación de personas.
    En la sentencia Kraus (1993), el Tribunal de Justicia declaró que la situación de un nacional comunitario que posee un título universitario de tercer ciclo, expedido en otro Estado miembro, que facilita el acceso a una profesión o, cuando menos, el ejercicio de una actividad económica, está regulada por el Derecho comunitario, incluso por lo que respecta a las relaciones de dicho nacional con el Estado miembro cuya nacionalidad posee. De esta forma, aunque un Estado miembro puede exigir autorización administrativa para la utilización del citado título en su territorio, el procedimiento de autorización debe tener como único objetivo verificar si éste ha sido expedido de forma regular.
    Entre las sentencias dictadas sobre esta materia, una de las más conocidas es la sentencia Bosman (1995), en la que el Tribunal de Justicia se pronunció, a petición de un tribunal belga, sobre la compatibilidad de los reglamentos de las federaciones de fútbol con la libre circulación de los trabajadores. El Tribunal de Justicia indicó que la práctica de los deportes a nivel profesional constituye una actividad económica cuyo ejercicio no puede quedar limitado por las normas relativas a las transferencias de jugadores ni por las limitaciones del número de jugadores nacionales de otros Estados miembros. Esta última consideración ha sido ampliada, mediante sentencias posteriores, a la situación de los deportistas profesionales procedentes de países terceros que han celebrado un acuerdo de asociación (sentencia Deutscher Handballbund, 2003) o de colaboración (sentencia Simutenkov, 2005) con las Comunidades Europeas.
    Libre prestación de servicios
    Una sentencia de 1989 sobre la libre prestación de servicios analizó el caso de un turista británico que había resultado gravemente herido como consecuencia de una agresión en el metro de París. En respuesta a la cuestión planteada por un órgano jurisdiccional francés, el Tribunal de Justicia decidió que esta persona, al ser un turista, era el destinatario de una prestación de servicios fuera de su país y se le aplicaba el principio de no discriminación por razón de la nacionalidad que establece el Derecho comunitario. Por tanto, tenía derecho a la misma indemnización que pudiera reclamar un nacional francés (sentencia Cowan).
    A raíz de sendas peticiones de decisión prejudicial planteadas por los tribunales luxemburgueses, el Tribunal de Justicia declaró que una normativa nacional que tiene como resultado la denegación a un asegurado del reembolso de los gastos de un tratamiento dental por haber sido dispensado en otro Estado miembro, constituye un obstáculo injustificado a la libre prestación de servicios (sentencia Kohll, 1998) y que la negativa a reembolsar los gastos derivados de la compra de gafas en el extranjero supone un obstáculo injustificado a la libre circulación de mercancías (sentencia Decker, 1998).
    Igualdad de trato y derechos sociales
    Una azafata de vuelo interpuso una demanda contra su empresario por la discriminación en la retribución que ella percibía en relación con la de sus compañeros de sexo masculino que realizaban el mismo trabajo. Planteada la cuestión por un tribunal belga, el Tribunal de Justicia decidió, en 1976, que la disposición del Tratado que establece el principio de la igualdad de retribución entre trabajadores y trabajadoras para un mismo trabajo tenía efecto directo (sentencia Defrenne).
    Al interpretar las normas comunitarias relativas a la igualdad de trato entre hombres y mujeres, el Tribunal de Justicia ha contribuido a la protección de las mujeres contra el despido vinculado a la maternidad. Esto lo ilustra el caso de una mujer que fue despedida al no poder seguir trabajando por problemas relacionados con su embarazo. En 1998, el Tribunal de Justicia declaró dicho despido contrario al Derecho comunitario. Consideró que el despido de una trabajadora producido durante el embarazo y motivado por ausencias debidas a una enfermedad derivada del propio embarazo supone una discriminación ilícita por razón de sexo (sentencia Brown).
    A fin de garantizar la protección de la seguridad y de la salud de los trabajadores, es necesario que éstos puedan disfrutar de unas vacaciones anuales retribuidas. En 1999, el sindicato británico BECTU impugnó la normativa británica, que privaba de este derecho a los trabajadores que tuvieran contratos de trabajo de corta duración, por considerar que dicha normativa infringía lo dispuesto en una directiva comunitaria sobre la ordenación del tiempo de trabajo. El Tribunal de Justicia concluyó (sentencia BECTU, 2001) que el derecho a vacaciones anuales retribuidas es un derecho social que el ordenamiento jurídico comunitario reconoce directamente a todos los trabajadores, sin que pueda privarse a ningún trabajador del mismo.
    Derechos fundamentales
    El Tribunal de Justicia, al declarar que los derechos fundamentales forman parte de los principios generales del derecho cuyo respeto garantiza, ha contribuido a elevar los niveles de protección de estos derechos. A este respecto, se inspira en las tradiciones constitucionales comunes a los Estados miembros y en los instrumentos internacionales relativos a la protección de los derechos humanos con los que los Estados miembros han cooperado o a los que se han adherido, en especial el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el Tribunal de Justicia podrá aplicar e interpretar la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 7 de diciembre de 2000, a la cual el Tratado de Lisboa otorga el mismo valor jurídico que a los Tratados.
    En Irlanda del Norte, tras producirse numerosos atentados terroristas contra policías, se estableció que las fuerzas de policía irían armadas. No obstante, por razones de seguridad pública (basándose en una certificación expedida por el ministerio competente e inatacable ante las autoridades judiciales nacionales), no se autorizó el uso de armas a las mujeres que trabajaban en la policía. Como consecuencia de ello, la policía de Irlanda del Norte no volvió a contratar a tiempo completo a ninguna mujer. A raíz de la cuestión planteada por un órgano jurisdiccional del Reino Unido, el Tribunal de Justicia decidió que el principio del control jurisdiccional efectivo, que se reconoce a cualquier persona que estime haber sufrido una discriminación por razón de sexo, se opone a que se excluya toda posibilidad de control por parte de un juez de una certificación emitida por una autoridad nacional (sentencia Johnston, 1986).
    Ciudadanía de la Unión
    En cuanto a la ciudadanía de la Unión, que según el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, se reconoce a toda persona que ostente la nacionalidad de un Estado miembro, el Tribunal de Justicia ha confirmado que ésta implica el derecho de residencia en el territorio de otro Estado miembro. De esta forma, un menor de edad nacional de un Estado miembro, titular de un seguro de enfermedad adecuado y que dispone de recursos suficientes, también goza de tal derecho de residencia. El Tribunal de Justicia subrayó que el Derecho comunitario no exige que sea el propio menor el que posea los recursos necesarios y que la negativa a conceder al mismo tiempo el derecho de residencia a su madre, nacional de un Estado tercero, privaría de todo efecto útil al derecho de residencia del niño (sentencia Zhu y Chen, 2004).
    En la misma sentencia, el Tribunal de Justicia precisó que, incluso en el supuesto de que la adquisición de la nacionalidad de un Estado miembro tenga como finalidad obtener un permiso de residencia en virtud del Derecho comunitario para el nacional de un Estado tercero, un Estado miembro no puede limitar los efectos de la atribución de la nacionalidad de otro Estado miembro.

  • Carmen Perez Tilve

    Carmen Pérez Tilve
    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS
    o Europa bajo tutela

    Hans Magnus Enzensberger

    El libro comienza resaltando las virtudes y aportaciones que nos ha proporcionado la Unión Europea, como la paz en sus territorios, la movilidad de personas, bienes, servicios y capitales sin trabas burocráticas. También las grandes cantidades de dinero aportados como fondos de cohesión a los países con economías más débiles. Aunque no pone demasiado énfasis en otras muchas aportaciones tan fundamentales como las sentencias del TJUE, el objetivo del libro no es ese, sino destacar terminados aspectos del funcionamiento de la Unión Europea.
    El autor repasa los orígenes de la UE desde el primer organismo que se crea en 1952 La Comunidad económica del Carbón y del Acero que aglutinó seis países incluyendo a Alemania, poco después de la 2ª Guerra Mundial. Destaca entre sus creadores e ideológos, a Jean Monet, que en un principio lucha por una Unión para gestionar las reservas del Ruhr ( carbón y acero ) y romper con los antagonismos que habían perpetuado guerras devastadoras y que habla de » una Europa unida no solo en cooperación, sino por una transferencia de soberanía aprobada por las naciones europeas a una especie de unión central». Su meta era lograr los Estados Unidos de Europa, para ello había que socavar la soberanía política de los estados nación.
    Paso a paso se van creando organismos transnacionales, los países hacen cola para pertenecer a ese club y aunque se exigen unos requisitos para entrar, en sesenta años, se han adherido veintiocho países. A medida que se va ampliando se va generando una inmensa maquinaria burocrática que se multiplica en numerosísimos organismos plagados de siglas que los ciudadanos no saben identificar o ya no les interesan.
    Enzensberger se detiene con cierto tono irónico ante el funcionamiento de los diversos organismos, los innumerables cargos de presidencias, vicepresidencias, secretarías que funcionan como máquinas expendedoras de regulaciones, normativas

    • Carmen Perez Tilve

      ( Continuación de lo anterior )
      interviniendo en aspectos que nos parecen en algunos casos irrelevantes como el tamaño y forma de los pepinos, inodoros, judías o condones, critica lo que le parece una obsesión por regularlo todo. Y todas estas regulaciones nos afectan en nuestra vida cotidiana, muchas nos pueden beneficiar y otras nos resultan incomprensibles.
      El autor analiza las causas de la impopularidad de nuestros representantes en Bruselas, de la indiferencia que despiertan los asuntos europeos, pero hasta que punto esa indiferencia es reflejo de la lejanía con que se ve a la U.E., la indefensión ante las decisiones que les afectan, la falta de democracia de la que adolecen los órganos decisorios, el archiconocido poder de los lobbies, el secretismo con el que se elaboran acuerdos que van a afectar a la vida e intereses de los ciudadanos.
      Coincido con el autor cuando habla de la mediocridad de muchos dirigentes de la UE. Es cierto que a Europa los países no envían a los mejores, los que tengan una clara determinación eurpeísta, con ideas de progreso solidario, que aglutinen y den cauce a todas las diferencias de las diversas naciones y enriquezcan el conjunto. Pero no, a Europa van muchos personajes de la política que en sus respectivos países, o bien por escándalos, o resultar molestos en sus partidos les buscan un destino lejos donde no sean tan visibles.
      En otro capítulo nos habla de Robert Menasse, gran conocedor de los entresijos bruselenses que cuestiona el funcionamiento democrático de los organismos de la U.E., destacando que la división de poderes está suspendida. Aunque el Parlamento sí es elegido, no tiene poder de iniciativa legal. La Comisión sí toma decisiones pero no tiene legitimidad democrática. Añade » El déficit democrático de la U.E. existe porque así lo han decidido los países miembros, los primeros y luego los que se fueron incorporando «. No resulta muy tranquilizador.
      En 2011 cuando el autor escribe este libro, que refleja mucho escepticismo acerca del funcionamiento de la U.E., no podía imaginar los problemas y turbulencias a las que se expondría la U.E. y el incremento del deterioro que sufrirá su imagen. en ese año ya estábamos inmersos en la gran crisis económica y financiera, que el autor señala, generada por la especulación de los mercados de capital a nivel global, esa crisis que se cebó en los países con economías más débiles manipulando las calificaciones, provocando un incremento desmesurado de sus primas de riesgo imposibilitando el crédito. La U.E. que a fin de cuentas es un aparato de gestión económica, no parece que su gestión antes y durante la crisis fuera muy acertada focalizando la resolución de los problemas en la exigencia de reformas que para reducir el déficit, suponían grandes recortes en el estado de bienestar, pensiones , salarios, y que, a la postra se han revelado ineficaces y contraproducentas , que han servido para generar más pobreza y precariedad laboral.
      También ante la deuda griega se manifestó en toda su crudeza la insolidaridad, la actitud prepotente y despectiva de muchos dirigentes de la Unión que respondían a los fuertes intereses de la banca de sus países.
      Los dirigentes de la U.E. siguen perplejos ante los grandes problemas, como el de los refugiados, donde decididamente se renuncia de forma cínica y cobarde a los principios amparados por las propias leyes europeas, de acogida a los refugiados de guerras, devolviéndolos a un país sin garantías a cambio de unos miles de euros, «compraventa de refugiados» .
      Para terminar Gran Bretaña decide salir de la U.E., una corriente ultranacionalista y xenófoba recorre y gobierna algún país dela Unión. El cambio en la presidencia de EEUU, augura tiempos complicados que precisan otras políticas de mayor altura de miras.

  • Jose Luis Mariño

    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS

    Hans Magnus Enzensberger

    Mis comentarios sobre este ensayo, son altamente negativos. A pesar de que ya en el primer capitulo nos avanza que, solo, va a dedicar las partes positivas en la introducción, en el resto mas que un ensayo es un ensañamiento de todo lo que representa el conjunto de las instituciones europeas.

    Me baso en la cantidad de afirmaciones que están fundamentados en comentarios banales, vulgares y sin criterio. Comentarios, que pueden oírse de forma despectiva en alguna tertulia de café y por lo tanto, en la mayor parte de las veces, sin rigor y sin mencionar las fuentes, simplemente en lo que se ha oído por aquí y por allá. Sin ningún rigor científico y estadísticas fiables

    Veamos unos cuantos ejemplos:

    Comentarios sobre el nombre adjudicado a los ministros de la comisión- comisarios, en los que se extiende sobre la procedencia etimológica de la palabra, comparándola, ni más ni menos, con los «comisarios políticos» de la ex republicas soviéticas de Stalin. Un despropósito, ya que no lo dice en plan de broma. Es ante todo una comparación injusta, improcedente y de mal gusto. Muestra una total hostilidad hace la comisión sus funcionarios, desconociendo la función de los comisarios, los de la UE y los de la CCCP.

    En la pagina 20, se aventura a indicar, que el bajo consumo del tabaco, es prácticamente nulo, sin aportar ninguna estadística oficial. Sin embargo es en bastantes países como;gracia o Italia y España, son un buen ejemplo de que esas afirmaciones son ridículas. y mas todavía sobre la facilidad de comprar armas en USA o en los paises de la U.E, contraponiéndolo con las dificultades para comprar tabaco. De verdad que se le puede tomar en serio?.

    Se pierde en referencia a la obligación del uso para todos los países con la moneda común sobre el uso del IBAN, que nació para que las entidades pudieran automatizar de manera sencilla las transferencias entre bancos de la Unión Europea. Con esta normativa, los pagos y transferencias intracomunitarias se ejecutan de manera similar a las nacionales, pudiendo aplicar tarifas similares.y que se implanta para poder normalizar, identificar y agilizar de alguna manera las transacciones entre aquellos que integran la moneda común. Pues bien llega a decir que ha incrementado el numero de dígitos, cuando ya en Italia el numero de estos llegaba a ser de casi 40.

    Si se aventura a comentar el escaso o bajo presupuesto de cultura que no llega a los 18 millones de €, cuando obvia que de acuerdo con el tratado y por aquello de mantener las raíces propias de cada país de la Unión, estos, países, renunciaros a transferir las competencias de cultura a Bruselas y mantener bajo su control sus raíces culturales propias. Por lo tanto ellos los que deben dedicar una parte de su presupuesto a tal fin. Sin embargo pasa por alto lo que se dedica al plan ERASMUS, que permite el conocimiento cultural entre las jóvenes generaciones de europeos y a los cuales Bruselas dedica mas de 15. Mil millones de €. Casi 80. Mil millones para investigación y 20. Mil millones para ayudas a países pobres.

    En lo único, y en mi modesto entender , que si tiene en parte razón, es que los hábitos democráticos son sustituidos por los propios poderes del cada uno de los estados en las principales instituciones. Solamente el Parlamento es elegido por sufragio directo por los ciudadanos y cuya baja participación es un motivo de preocupación. No obstante y dadas la ultimas elecciones en los Estados Unidos, no seré yo quien diga que es mejor el voto directo en todas las decisiones de la Comisión.

    Por último, mostrar mi profundo disgusto y malestar por haber incluido este , para mi panfleto, en el foro de la cátedra de Jean Monnet , que está en las antípodas este afamado y confundido ensayista con la UE.

  • Miguel A. Yebra

    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS
    o Europa bajo tutela

    Hans Magnus Enzensberger
    Editorial Anagrama. Barcelona 2014. ISBN: 978-84-339-7750-2

    Tengo que confesar que cuando comencé a leer el libro, las primeras lineas me parecieron un panegírico, un auténtico laudatorio sobre la Unión Europea. Un largo periodo de paz, la permeabilidad de las fronteras o su subsidiaridad en importantes obras de infraestructura, son algunos de los favorables ejemplos imputados a su existencia. Sin embargo, tras una/dos páginas y a medida que iba avanzando, muy pronto las alabanzas se convirtieron en importantes críticas que, prácticamente, ya constituirían el eje principal del libro hasta su final. Hans Magnus Enzensberger desnuda, de alguna forma, el entramado y la estructura de la Unión Europea poniendo en evidencia una gran parte de sus males, mostrando la tela de araña de las diferentes comisiones y competencias, además de sacar a la luz sus fortalezas -en lo que se para poco- y, sobretodo, sus debilidades.

    A través de sus cien páginas y nueve apartados, Enzensberger nos presenta unos órganos de la Unión Europea ávidos de poder que multiplican reglamentos y derrochan burocracia, ejerciendo un gobierno blando con importantes brechas y fisuras en la política económica. Pone en evidencia que, fruto de los errores de la construcción europea, no han tenido reparos en violar los tratados dejando entrar países que no cumplían los requisitos y que toman decisiones e imparten normas con notoria escasez democrática.

    Cuando uno culmina la lectura con la «conversación entre Monsieur de…la Comisión y el autor» y cierra el libro, queda sumido en una contradictoria visión de la Union Europea y vacilante entre la indignación y la inquietud por lo que representa frente al futuro. Uno necesita hacer un repaso, además de lo leído, que semeja un panfleto contra Europa, de los conocimientos adquiridos, de las propias experiencias acumuladas y ponderar otras opiniones igualmente legítimas, para disipar los primeros efectos de lo que parece un neokafkiano ensayo.

    Salvo la primera página y el reconocimiento implícito del protagonismo de Jean Monnet en la construcción europea, el libro rezuma una aparente demagogia anarquizante.

    Es fácil entender que cualquier responsable político anti “brexit” no recomendaria su lectura que, en una mente populista o excesivamente nacionalista, podría incrementar todavia más la euro-fobia, al resaltar mucho lo malo y pararse muy poco en lo bueno.

    No niego que tras la lectura, el resultado inmediato es una mayor conciencia por un tema que hasta hace poco era de interés superficial y que ahora, cobra mayor importancia. Surge la desconfianza sobre el proyecto europeo, la inquietud y un sin fin de dudas sobre el futuro de la UE, quizás utópico, pero que, en su concepción, representa un sueño deseable, que no tiene porque ser contrario a la diversidad nacional, aunque este autor solo le reconozca como principal resultado sobresaliente un largo periodo de paz.

    Teniendo en cuenta que la U.E. nace durante nuestra generación, su propia juventud la hace sensible a imperfecciones. Quizás alcanzada una mayor madurez, nuestra visión sea muy diferente a la actual. Solo lo sabremos si somos capaces de ahondar en su construcción.

  • Josefina Monteagudo Obelleiro

    Josefina Monteagudo Obelleiro
    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS O EUROPA BAJO TUTELA.
    Hans Magnus Enzensberger.

    Nas primeiras páxinas do libro o autor recoñece á U.E o mérito de conquerir que non se producira en Europa un conflito armado desde a Segunda Guerra Mundial. Continúa co cambio radical producido na mobilidade tanto de persoas como de mercadurías e a unión monetaria. Refírese tamén á loita exercida contra os oligopolios, carteles, mecanismos proteionistas, subvencións prohibidas…
    De aquí en adiante comeza unha crítica exhaustiva, aínda que moitas das veces en plan mordaz, de múltiples aspectos relacionados coa U.E: Excesivos gastos destinados a propaganda, secretismo nos presupostos relativos ó funcionamento , soldos dos altos cargos , impopularidade dos representantes da U.E. Fai especial fincapé no feito de como a Comisión se inmiscúe no día a día da vida dos europeos (ata en aspectos nimios e ridículos). Afirma que o único campo que se salva da intromisión é o da cultura porque esta non é homoxeneizable.
    Preséntanos un enmarañado aparato institucional: Numerosísimos presidentes, vicepresidentes, comisarios e xefes de comisións; direccións xerais e a súa subdivisión en direccións, seccións, oficinas… Critica organismos nos que existen menos empregados que conselleiros así como o difícil que a nós nos pode resultar a duplicidade de institucións coma o TJUE e o TG.
    Afirma que os cargos máis altos non están desempeñados precisamente polos maís preparados, senón polos políticos que poden resultar «molestos» ós partidos políticos dos países membros. Estes cargos repártense por criterios de proporcionalidade e non por maior ou menor actitude.
    O xerme da U.E data dos anos 50, anos nos que Jean Monnet idea unha maneira para que as reservas do carbón e aceiro se vexan sometidas a unha autoridade europea: a CECA; pero na súa mente sempre estivo que esta unidade chegase bastante máis lonxe. Enzensberger sostén que a pesares de tódalas metamorfoses que se foron producindo na Unión, no fondo non é máis que unha comunidade económica e que é precisamente no terreo da economía onde se produciron as maiores fendas debido ó tan dispar punto de partida dos países membros. Critica a excesiva ampliación da Unión. O pacto de Estabilidade e Crecemento nunca foi respectado e limitáronse a ir poñendo remendos para ir esquivando o problema: A diferenza entre a economía real e a financeira.
    Cara o final do libro afirma que a causa primeira dos problemas da Unión é o «déficit democrático» pois a pesares de que o Parlamento é elixido, este carece de iniciativa legal. É dicir ó final a poboación non ten nin voz nin voto na toma de decisións da Comisión. Porén a participación cidadá nas sucesivas eleccións diminúe, pero esta pasividade parece que non lles preocupa, máis ben lles parece ben.

    O tema da U.E. é tan complexo que dificilmente pode ser tratado nun libro tan curto; esto é para min un dos seus defectos, pois tal reducionismo non nos leva máis que á falta de rigor e a tópicos » ó uso» nas primeiras páxinas fala, só de pasada de que un dos logros da U.E. foi manter a paz dos países que a formaban. Dende a miña opinión este aspecto xa xustificaría a súa existencia porque de non ser así ¿de qué serviría que a nivel dos estados nación aqueles aspectos que el tanto critica funcionasen moi ben se cada cinco ou dez anos nos viramos envoltos en guerras tanto de carácter civil ou entre os mesmos estados. Por outro lado o autoritarismo, o déficit democrático, a escasa importancia que se lle dá á cultura, a excesiva burocracia non é exclusiva da U.E. Nos países que a forman esto tamén é máis patente cada día. Agora ben os cidadás debemos implicarnos máis nestas cuestións. Dende os primeiros tempos da nosa pertenza á U.E. afixémonos a que todo viñera resolto de Europa, e esto así non funciona; a nosa actitude tén que ser máis participativa, cómpre que nos interesemos máis en saber como podemos e debemos xestionar as nosas necesidades. Non é suficiente con ir votar cando chega o momento.
    Este libro foi publicado no ano 2012 e moitos son os cambios que se produciron tanto no seo da U.E. como a nivel mundial nestes últimos catro anos.Dende o meu entender lévannos por uns derroteiros nada desexables e penso que actitudes tan críticas coa U.E., como as manifestadas neste libro non axudan precisamente.
    A postura adoptada por Enzensberger paréceme tamén bastante egoísta e cínica; este tema vese dende unha óptica moi diferente segundo o país ó que se pertenza, pero Alemania non debería olvidar que foi moito tamén o que recibiu dos demais países membros cando o necesitou.

  • ANGEL DÍAS VAQUEIRO

    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS
    Europa bajo tutela
    HANS MAGNUS ENZENSBERGER

    Este libro es una critica hacia la Unión Europea; en donde se critica la organización o estructura de la Unión, se plantea una Europa mal gestionada o organizada ya que según el autor se centra más en la burocracia que escuchar al ciudadano; el autor afirma que se ha olvidado la idea de lo que era Europa y en vez de actuar unidos como un único continente; todos los países ven para si mismos y su beneficio.
    El autor empieza reconociendo las ventajas que la Unión Europea ha tenido para la vida de los ciudadanos; en cuanto a movimientos físicos, económicos.
    Una vez explicado esto que ocupa la mayor parte del libro; el autor irá analizando el funcionamiento de la U.E. poco a poco va explicando el funcionamiento oculto de la U.E. ya que los ciudadanos desconocen el funcionar de dicha organización, nos hace ver que todo esta organizado par asegurar el poder y el dinero para cada miembro individualmente; desaparece la idea conjunta que se planteaba con la U.E.
    Este libro sugiere un verdad que veremos en la vida cotidiana de los europeos; nadie cree que las instituciones europeas puedan sacarnos del problema social, económico y cultural en el que nos encontramos, ya que a mi entender tanta organización interna no va ha ayudar a salir del problema que tenemos en estos momentos todos los ciudadanos que estamos en la unión.
    En conclusión menos organización y estructuración interna y mas acción para solucionar con eficacia los intereses de todas las personas.

  • jose moore

    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS POR PILAR BARROS SOTO
    Para una persona que al igual que yo, no posea los conocimientos reales de los que sucede en Europa, al poco de empezar este libro se preguntará ¿Qué hacemos en Europa?
    A mi modo de ver, la Unión Europea a través de este simpático libro que con desenfado irónico escribió su autor, nos muestra una visión especial de lo que puede suceder en este nuestro Continente.
    Llama la atención, la gran indiferencia con la que gastan millones de euros, por ejemplo en publicidad, en redes poco conocidas y con nula audiencia.
    No menos llamativo, es el número de personas que nos representan, gozando de grandes privilegios para sus bolsillos, (curiosamente siendo los mismos que nos piden ajustes a los que ya vivimos ajustados).
    Cuesta entender el número de siglas que diferentes oficinas, aparecidas por generación espontánea. Es curioso ver como en todas ellas abundan los Presidentes, Vicepresidentes y Consejeros. Por ejemplo el caso de OSNA, el Organismo encargado de la seguridad y salud en el trabajo, que teniendo 64 Funcionarios, a su vez cuenta con 84 Consejeros.
    Sorprende ver, la “Europa solidaria”, a la hora de acoger a los políticos que resultando molestos en sus países de origen, los premian enviándolos a Bruselas – Luxemburgo… gozando de las suculentas dietas, viajes, calendario laboral especial, donde no hay que cumplir ni perseguir objetivos y el cómputo anual de trabajo sea inexistente sin tener que ajustar días porque todo está justificado.
    Este Monstruo Gentil, según el autor (Enzensberger) tiene que tener algo bueno, cuando desde 1945 no ha habido ningún conflicto armado entre los Países que componen la Unión.
    El tener una moneda única que nos permite comprar con toda la comodidad, el poder viajar por Europa, como si de nuestra ciudad se tratase, sin burocracia tan pesada a veces.
    Es cierto que nos dan concesiones, pero ¿y lo que apartamos por ello?.
    Sigo preguntándome ¿realmente estamos haciéndolo bien? Pienso que hay falta de transparencia en todos estas múltiples siglas, en esos múltiples despachos, en eso grandes jefes, que contrastan con la realidad del ciudadano de a pie, que ha de obedecer sin saber porqué.
    No me disgusta el libro, pero es más especulante que aclaratorio.

  • Aurelio T. Justo Cerviño

    Aurelio T. Justo Cerviño
    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS – Hans Magnus Enzensberger
    Nas páxinas deste ensaio o autor Hans Magnus Enzensberger fai unha somera análise da historia, composición e funcionamento da Unión Europea ao longo de oito breves apartados. Nun primeiro capítulo, “Glorias & Alabanzas”, fala dos aspectos positivos da UE: ausencia de conflitos armados entre os países da Unión dende 1945, unha serie de comodidades en canto á simplificación burocrática nas transaccións monetarias, divisas, alfándegas, permisos de traballo e residencia,… e outras que tratan de facer máis cómoda a vida dos cidadáns dos países que compoñen a Unión. Con todo, non deixa de avisar e ser crítico cos poderes multinacionais en sectores como os financieiros, enerxéticos, farmacéuticos, alimentarios, da comunicación,…e outros, que dispoñen de enormes recursos económicos e ós que ningún país pode facerlles frente de forma individual e mesmo escapan ó control da Unión Europea. Entre os aspectos en disputa están o control aéreo, as cuotas pesqueiras, o almacenamento dos residuos radiactivos, subvencións á política agraria e outros que, no seu conxunto, representan un beneficio nada desdeñable. Ata aquí os aspectos positivos. Os seguintes sete capítulos constitúen unha crítica, cargada de ironía, do funcionamento da Unión. Autopropaganda (na que se invirten enormes recursos), falta de autocrítica, secretismo, existencia de medios de comunicación dirixidos por lobbys antieuropeos para manipular a opinión pública, falta de confianza dos cidadáns nas institucións da UE, retórica na linguaxe xurídica e constitucional que a fai case incomprensible, termos dun tenor autoritario (non está integrada por ministros senón por “comisarios”), prebendas e privilexios dos seus funcionarios, manía reguladora (fibelas dos cinturóns, regulamento sobre plátanos, medida mínimas dos condóns, requisitos no deseño de lámpadas…), competencias e normas absurdas (BIC e IBAN con díxitos de entre 22 e 34 díxitos e letras), cambio de hora dúas veces ó ano, … En resumo, unha interferencia innecesaria no ámbito nacional, a excepción do campo da cultura, no que invirte 11 céntimos anuais por cada cidadán da Unión. Noutros aspectos, falando das interioridades das diversas institucións, comenta con ironía a “jerigonza” de siglas, multiplicidade de cargos inútiles ou prescindibles nos que a cualificación é o de menos, endogamia e espíritu de corpo, distanciamento cos cidadáns…Nun sexto capítulo describe a historia da evolución de Europa, dende antecedentes prehistóricos como Carlomagno, os de Napoleón e Hitler e certas ideas paneuropeas (Koudenhove-Kalergui) a inicios do século pasado. Sería despois da Segunda Guerra Mundial, co inicio da Guerra Fría, cando se inicia coa idea de Europa. Winston Churchil (Zúrich, Estados Unidos de Europa), Congreso de La Haya en 1948 e fundación do Consello de Europa un ano despois. Konrad Adenauer, Melvin Lasky e o francés Jean Monnet darían o impulso definitivo de cara á integración de Europa. Aquí Enzensberger destaca o labor de Jean Monnet na creación da UE, chegando a falarse do “método Monnet”, expresión que se refire a unha forma peculiar de entender a política (“decisións de elite tomadas por consenso sen participación cidadá e falta de participación popular). A integración europea imaxinada por Monnet tiña rasgos tecnocráticos e intervencionistas. Os pasos seguintes serían a creación da CECA, OECE, CEE e outras, para acabar sendo a actual Unión Europea UE. Nos dous últimos capítulos é onde o autor se mostra máis crítico e irónico expoñendo conclusións como as seguintes: Na súa esencia non deixou de ser unha comunidade económica onde non se respectan as diferencias territoriais, étnicas, económicas e relixiosas dos Estados membros; o destino non é a política, senón a economía e na que, a pesares de plans como o chamado “Pacto de Estabilidad y Crecimiento” prima a máis pura especulación, sen outra alternativa; trátase dun mercado de capital “A Europa dos mercaderes”, onde os que pagan son sempre aqueles que menos culpa teñen do desastre mediante aumento de impostos, recorte de pensións, inflación, devaluación…, e dicir, socialización das perdas e privatización das ganancias. Análises críticas como as de Robert Menasse falan dunha burocracia funcionarial que non para de elaborar regulamentos e normativas, dunha democracia que non pode funcionar a nivel supranacional, que no lugar de proporcionar solucións suspendida e, aínda que o Parlamento é elixido, non ten ningún poder de iniciativa legal. En conclusión, déficit democrático, incapacitación política dos cidadáns (lobbistas con máis capacidade de influencia que os propios deputados), baixa participación destes nos procesos electorais (o que merma a lexitimidade das institucións), monstruosa recopilación de normas, e disposicións, megalomanía expansionista, tutelaxe excesiva en cuestións menores e outras que, na realidade, esconden un considerable déficit democrático. Para rematar e parafraseando ó autor “La Unión no concibe su misión como un ejercicio de opresión a sus ciudadanos, sino un acto de homogenización absolutamente silenciosa de las condiciones de vida en el continente. No constituye una nueva cárcel para los pueblos sino un correccional al que incumbe la supervisión bondadosa pero severa, de los encomendados a su protección”.
    Admitindo un escaso descoñecemento sobre o tema, opinamos que este último párrafo retrata bastante axeitadamente á chamada Unión Europea e, en liñas xerais, compartimos a meirande parte do exposto polo autor neste libro.

  • Mª Dolores Besada Pérez

    Mª Dolores Besada Pérez

    El gentil monstruo de Bruselas
    o Europa bajo tutela

    Hans Magnus Enzensberger

    O título do libro é desconcertante e suxerente. O adxetivo xentil refírese a alguén que é cortés, amable; a acepción do nome monstruo é negativa; e Europa baixo tutela é inquietante.

    O autor lévanos, desde o inicio da Unión Europea, no ano 1957, por un labirinto, entramado de institucións, sedes; presidentes, vicepresidentes; comisións, direccións; delegacións; oficinas; siglas, etc.

    Despois da 2ª Guerra Mundial inícianse reunións co fin de propiciar a unión dos distintos países de Europa. Propulsores de ésta iniciativa foron entre outros Winston Churchill e Jean Monnet. No 1948 celébrase o Congreso da Haya con máis de setecentos cincuenta participantes procedentes de vinte países.

    No 1951 fúndase a Comunidade Europea do Carbón e o Aceiro (CECA). No 1957, coa firma do Tratado de Roma, creáse a Comunidade Económica Europea (CEE), e a Comunidade Europea da Enerxía Atómica (EURATON). Bota a andar a Comunidade Económica Europea, con seis países adheridos. No Tratado de Maastricht, ano 1993, pasa a chamarse Unión Europea (UE).

    Os órganos da UE están en diferentes países:
    O Parlamento con sede en Estrasburgo.
    Comisión Europea. Sede en Bruselas.
    Consello. Sede en Bruselas.
    Tribunal de Xustiza. Sede en Luxemburgo.
    Tribunal de Contas. Sede en Luxemburgo.
    Banco Central Europeo con sede en Frankfurt
    Etc.

    O Parlamento é elexido directamente polos cidadáns dos países, cada cinco anos, desde 1979. A Comisión Europea está formada por vinteoito representantes, un por cada país membro, co seu Presidente e Vicepresidentes é o órgano executivo. O Consello Europeo está integrado polos Xefes de Estado ou de Goberno dos países adheridos.

    Desde o inicio na Unión Europea non existen fronteiras, a movilidade e o poder vivir en outro país é máis fácil. O libre mercado facilitou a entrada e saída de mercadorías e productos. Por donde vaiamos vemos grandes carteis da UE, FEDER, axudas para o desenvolvemento do rural. Acordos en materia de pesca, etc.

    A caída de muro de Berlin, en 1989, supuxo a Reunificación de Alemania. Vivimos en estes anos sen guerras, agás a dos Balcáns. Mediante Tratados e acordos a UE vela polos intereses dos cidadáns. Na actualidade éstos pensan que a UE atende máis aos intereses dos mercados financeiros.

    Os representantes dos países membros gozan de pouco prestixio. A participación dos cidadáns nas eleccións é cada vez menor. Por qué esa desafección?. As enquisas que contrata a UE, dúas veces ao ano, deberían ser un bo indicador. O persoal que forma parte das institucións parece estar lonxe do resto dos mortais.

    Desde o Tratado de Lisboa a Unión Europea regulao todo. A lexislación e o control que exerce a veces é demasiado minuciosa. Na Europa máis forte, os países reman en distinto sentido e os cidadáns dos mesmos tamén. Na Europa civilizada, ¿que solucións existen para os emigrantes; refuxiados e terrorismo?.

  • jose cornes pazos

    JOSE CORNES
    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS o Europa bajo tutela
    Hans Magnus Enzensberger.
    «Las buenas noticias escasean; por eso conviene empezar por ellas, aunque todo reportero de verdad obviamente prefiere las malas»; a través de este párrafo, con el que el autor comienza su ensayo, podemos descubrir claramente, cuáles son sus intenciones y el enfoque con el que piensa desarrollar su obra.
    Despacha el autor en unas pocas páginas, al principio del ensayo, concretamente en el capitulo «GLORIAS & ALABANZAS «, los logros de la Unión Europea , así como las ventajas que a los ciudadanos nos ha proporcionado y nos proporciona pertenecer a un país miembro: entre ellas, que desde 1945 entre los Estados que pertenecen a la Unión no ha habido ningún conflicto armado, el poder viajar o vivir en cualquier país miembro de la Unión, las ventajas de la moneda única, la inexistencia de aduanas, la defensa de los ciudadanos ante los abusos de los oligopolios y monopolios, (tarea difícil esta, si la tuvieran que afrontar los países individualmente), la construcción de infraestructuras en los países miembros con menos recursos y poco más.
    A partir de aquí, en los siguientes ocho capítulos de los nueve de que consta el ensayo, el autor critica de una forma brutal, la mayoría de las veces con argumentos de poco peso, a la Europa de Bruselas, a una Unión Europea, que compara con un monstruo compuesto de burócratas que vive de espaldas a los ciudadanos. Acusa Enzensberger a las instituciones de la UE, entre otras cosas de ocultar información y de crear y mantener su propio aparato de propaganda para mejorar su imagen, (canales de tv con muy reducida audiencia y con costes elevadísimos).
    Afirma el autor que la UE no dudado en violar sus propias reglas para disimular las tensiones y evitar las profundas fisuras producidas por la incorporación de nuevos e inseguros socios (Rumania, Bulgaria y Grecia),que no estaban preparados para la competencia desencadenada por el mercado común.
    Enzensberger dice que «Quienes nos representan en Europa son impopulares», demoledora crítica en la que coincido con el autor, ya que es bien sabido que los políticos que en sus respectivos países estorban, por el motivo que sea, son los que forman el parlamento europeo, son excluidos de esta afirmación los funcionarios de segundo orden, porque son elegidos mediante concurso. No paran aquí las criticas del autor a las autoridades europeas, a las que con sentido de humor, las acusa de un desmedido afán por regularlo todo: «En lo que atañe a los requisitos de dimensión mínima de los condones,..»
    En mi opinión, aun teniendo en cuenta las deficiencias que pueda tener la UE, es preferible a cualquier otra posible situación, pues creo que una Europa unida puede defender mejor los intereses de sus ciudadanos.

  • carme cornes

    Dun xeito irónico e con certa acritude, Hans Enzensberger tenta facer comprender o xeito en que se organiza este mastodonte que hoxendía é a Unión Europea e como lentamente vai alonxándose do cidadán.

    Existe sen dubida unha dobre moral na Unión , que mentras pide ós países membros axustes e recortes, vai medrando ata se converter nun monstro do que incluso é imposible saber canto nos custa mantelo.

    A UE , que naceu cunha intención económica, ten hoxe competencias sobre o que atinxe ó mercado común , sobre sanidade, industria, educación, pensións, xuventude, emigración Tecnoloxía, medio ambiente, proteción ó consumidor e un longo ecetera. É tanta a burocracia que invade a UE que a recopilación das súas normas supera as 150.000 páxinas.

    A homoxeinización non ten en conta a diversidade dos paises que integran a Unión e as institucións están tan alonxadas das persoas que en xeral, a maioria dos cidadáns descoñecen totalmente ós burócratas que gobernan as súas vidas.

    No aspecto económico é moi critico coa ampliación da UE ó incorporar países que non cumprían ós criterios de adhesión como Rumanía, Hungría ou Grecia.

    Na miña opinión o libro é claramente antieuropeísta. O autor , que disfraza as súas opinións cun verniz de desencanto e ironía, reproduce os estereotipos que sobre Europa e máis claramente sobre Bruselas , están sendo divulgados e cada vez máis asimilados (como adoita pasar en tempos de crise) pola opinión británica e alemana. Semella, que como alemán que é, comparta a idea de que » o norte traballa e o sur aproveitase» ,sen ter en conta as enormes ventaxas que tamén para Alemania trouxo a UE.

    Di que o proxecto de integración económica foi propulsado sen ter en conta as diversidades económicas,territoriais, etnicas e relixiosa dos distintos paises , o cal produce un deficit de democracia. Sen embargo é sabido que o que dificulta o funcionamento da Unión son os intereses políticos particulares de cada país que impiden moitas veces avanzar e solucionar problemas.

    Eu penso que é necesaria máis uniformidade en moitos aspectos. Por exemplo nalgúns impostos; non é lóxico que empresas transnacionais poidan tributar de distinto xeito segundo teñan a súa sé nun ou noutro país da UE.

    Resumindo: Na UE hai moito que correxir e mellorar pero foi sen dúbida un gran paso que beneficia a tódolos cidadans europeos.

  • carme cornes

    p { margin-bottom: 0.21cm; }

    ELGENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS OEUROPA BAJO TUTELA

    Hans Magnus Enzensberger

    Comeza Herr Enzensberger cunha serie de loas á Unión Europea, todas ellas moi notorias e visibles para calquera cidadán europeo ou mesmo para un observador alleo.
    O máis destacable sería que Europa, dende 1945, deixou de enfrontarse en guerras, por fin, co que se cumpre un dos principáis obxectivos daquela primeira Comunidade Económica Europea, xunto coa creacióndun gran estado que poidera competir coas grandes potencias domomento (EE.UU. e a URSS), ou elevar o nivel de vida dos estados membros.

    Tamén destaca a libre circulación das persoas (aínda que os pasaportes perderan aquel encanto de estaren cheos de selos das aduanas de
    diferentes países), de capitáis e mercadorías. E, como non, o acceso a certo benestar, a unha serie de comodidades produto da
    modernización dos países que foron accedendo a esta organización ( no caso de España é tan evidente que se cumpre aquela premonición do mandatario da época, que dicía que ao noso país “no lo reconocerá ni la madre que lo parió”).

    E ata fai notar ese control sobre os grandes monopolios, con medidas referentes ás tarifas telefónicas, a defensa dos consumidores, etc..

    Pero pronto aparece o HANS MAGNUS mordaz e irónico que, sen levantar a voz, alza a voz para iniciar unha serie de reproches que fan da Unión Europea ese xentil monstruo que se anuncia no título do libro.

    O autor fai notar a autocomplacencia e a falta de autocrítica do persoaldirixente de Bruselas, que invirte grandes cantidades de diñeiro en
    medios de comunicación propios, ou manipula as conclusións do eurobarómetro, para autoconvencerse do gran apoio que reciben as teses da Unión por parte dos cidadáns…pero o Tratado de Lisboa,cando nalgúns países foi sometido a referendum, foi rexeitado.

    A impopularidade dos políticos que representan a cada país membro en Bruxelas, dirixentes, parlamentarios, funcionarios, etc., reflíctese
    en varios ordes:

    – Os elevados gastos que orixinan, unidos aos privilexios dos emolumentos que reciben, salarios, dietas por viaxes ou residencia, para estudos dos fillos, exenciós en impostos, etc. ( e non é aceptable que se xustifiquen coa demagóxica comparación cos executivos das empresas privadas, con cantantes de éxito ou deportistas de elite).

    – A manía intromisoria en múltiples aspectos da vida dos cidadáns europeos, que vai dende regulamentar a curvatura dos pepinos, os cambios horarios, as normas sobre os asentos dos tractores, as bombillas…que moitas veces só ocultan intereses dun país en
    particular, ou de poderosos lobbys. E bótase en falta a intromisiónno campo da cultura, que non parece que desperte o interés de
    Bruxelas.

    A
    amalgama de siglas que definen as innumerables institucións
    despertan un mínimo interés nos cidadáns. Cada sigla define un
    organismo, con presidente, vice, secretarios xerais ou directores
    xerais, adxuntos, xefes de todo tipo de seccións, conselleiros…E
    institucións que se dividen noutras, que se retroalimentan creando
    outras novas, co correspondente persoal necesario para o seu
    funcionamento. Un exceso de persoal, á xuizo do cidadán.

    p { margin-bottom: 0.21cm; }

    EL
    GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS O
    EUROPA BAJO TUTELA

    Hans
    Magnus Enzensberger

    Comeza
    Herr Enzensberger cunha serie de loas á Unión Europea, todas ellas
    moi notorias e visibles para calquera cidadán europeo ou mesmo para
    un observador alleo.

    O máis
    destacable sería que Europa, dende 1945, deixou de enfrontarse en
    guerras, por fin, co que se cumpre un dos principáis obxectivos
    daquela primeira Comunidade Económica Europea, xunto coa creación
    dun gran estado que poidera competir coas grandes potencias do
    momento (EE.UU. e a URSS), ou elevar o nivel de vida dos estados
    membros.

    Tamén
    destaca a libre circulación das persoas (aínda que os pasaportes
    perderan aquel encanto de estaren cheos de selos das aduanas de
    diferentes países), de capitáis e mercadorías. E, como non, o
    acceso a certo benestar, a unha serie de comodidades produto da
    modernización dos países que foron accedendo a esta organización (
    no caso de España é tan evidente que se cumpre aquela premonición
    do mandatario da época, que ao noso país “no lo reconocerá ni la
    madre que lo parió”).

    E ata fai
    notar ese control sobre os grandes monopolios, con medidas referentes
    ás tarifas telefónicas, a defensa dos consumidores, etc..

    Pero
    pronto aparece o HANS MAGNUS mordaz e irónico que, sen levantar a
    voz, alza a voz para iniciar unha serie de reproches que fan da Unión
    Europea ese xentil monstruo que se anuncia no título do libro.

    O autor
    fai notar a autocomplacencia e a falta de autocrítica do persoal
    dirixente de Bruselas, que invirte grandes cantidades de diñeiro en
    medios de comunicación propios, ou manipula as conclusións do
    eurobarómetro, para autoconvencerse do gran apoio que reciben as
    teses da Unión por parte dos cidadáns…pero o Tratado de Lisboa,
    cando nalgúns países foi sometido a referendum, foi rexeitado.

    A
    impopularidade dos políticos que representan a cada país membro en
    Bruselas, dirixentes, parlamentarios, funcionarios, etc., reflíctese
    en varios ordes:

    Os
    elevados gastos que orixinan, unidos aos privilexios dos
    emolulumentos que reciben, salarios, dietas por viaxes ou
    residencia, para estudos dos fillos, exenciós en impostos, etc. ( e
    non é aceptable que se xustifiquen coa demagóxica comparación cos
    executivos das empresas privadas, con cantantes de éxito ou
    deportistas de elite).

    A
    manía intromisoria en múltiples aspectos da vida dos cidadáns
    europeos, que vai dende regulamentar a curvatura dos pepinos, os
    cambios horarios, as normas sobre os asentos dos tractores, as
    bombillas…que moitas veces só ocultan intereses dun país en
    particular, ou de poderosos lobbys. E bótase en falta a intromisión
    no campo da cultura, que non parece que desperte o interés de
    Bruselas.

    A
    amalgama de siglas que definen as innumerables institucións
    despertan un mínimo interés nos cidadáns. Cada sigla define un
    organismo, con presidente, vice, secretarios xerais ou directores
    xerais, adxuntos, xefes de todo tipo de seccións, conselleiros…E
    institucións que se dividen noutras, que se retroalimentan creando
    outras novas, co correspondente persoal necesario para o seu
    funcionamento. Un exceso de persoal, á xuizo do cidadán.

    Un caso
    ilustrativo é o que se refire ao apartado da Xustiza. En Luxemburgo
    instálase o TXUE, distinto do Tribunal Xeral, TX, que se debe
    diferenciar do Tribunal da Función Pública, TFP, e ben distintos
    do Tribunal dos Dereitos Humáns,TDH.

    De
    todos os xeitos, o autor salva desta mala consideración aos
    funcionarios “ de segunda fila”, xente moi preparada,
    minuciosamente seleccionada entre moitos aspirantes, políglotas e de
    araigado pensamento europeísta ( alomenos mentres están en
    Bruxelas, xa que nos seus países, ás veces, son máis escépticos),
    en contraposición cos altos cargos políticos enviados a Bruxelas
    polos seus partidos para que resulten menos molestos no país de
    orixe.

    Pasa
    o autor a facer un recordatorio das orixes da Unión Europea, con un
    Monnet presidindo á CECA, fuxindo sempre que lle sexa posible da
    intervención dos políticos profesionais, e ademais nada partidadrio
    das consultas por referendum. Esto sérvelle para argumentar que, no
    fondo, o que hoxe é a Unión Europea sempre pretendeu ser unha
    comunidade
    económica caracterizada
    por un notorio déficit
    democrático.

    Respecto
    da primeira característica, Herr Enzesberger pon de relevo cómo se
    pasou dunha economía real, baseada no carbón e o aceiro, na
    industria de bens de consumo, a unha economía “irreal”, a da
    industria financieira baseada no mercado (ou no mercadeo), a do
    capital, que pretende obter beneficios elevados e rápidos. E por un
    método ben simple: aumento dos impostos, recorte de pensións,
    inflación…socialización das perdas e privatización das
    ganancias.

    O
    déficit democrárico pono de relevo con varias afirmacións, como
    que o 80% das leis que saen de Bruxelas non son ditadas polo
    Parlamento (elexido por votación), e sí polas autoridades
    executivas.

    E
    as autoridades da Unión chegan á conclusión que as consultas aos
    cidadáns non son eficaces, porque ás veces din non ( é mellor non
    preguntar…). Neste senso, o autor déixase de ironías e ponse moi
    serio e fai duras críticas a esta forma de actuar da Unión Europea,
    relatando unha serie de normas que só pretenden controlar ao
    cidadán, porque a Unión é quen mellor sabe o que é bo para os
    europeos, é quen debe marcar as directrices das condicións de vida
    dos cidadáns. E sen que ninguén se rebele, non vaia a ser
    calificado de antieuropeo.

    O
    déficit democrático está a levarnos á indiferencia, e ao
    desprecio da clase política; en fin, á tan nomeada, actualmente,
    desafección política dos cidadáns.

    A
    mellor CONCLUSIÓN ofrécea o autor na conversa que mantén, durante
    unha comida con Monsieur…, membro da Comisión Europea, que
    reproduce a modo de epílogo. Despois do intercambio de argumentos e
    críticas por parte de Hans Magnus, o político profesional corta o
    argumentario coa pregunta “Qué lle pareceu o osobuco?”, o que se
    podería traducir a unha linguaxe máis popular como É O QUE HAI…

    Un caso
    ilustrativo é o que se refire ao apartado da Xustiza. En Luxemburgo
    instálase o TXUE, distinto do Tribunal Xeral, TX, que se debe
    diferenciar do Tribunal da Función Pública, TFP, e ben distintos
    do Tribunal dos Dereitos Humáns,TDH.

    De
    todos os xeitos, o autor salva desta mala consideración aos
    funcionarios “ de segunda fila”, xente moi preparada,
    minuciosamente seleccionada entre moitos aspirantes, políglotas e de
    araigado pensamento europeísta ( alomenos mentres están en
    Bruxelas, xa que nos seus países, ás veces, son máis escépticos),
    en contraposición cos altos cargos políticos enviados a Bruxelas
    polos seus partidos para que resulten menos molestos no país de
    orixe.

    Pasa
    o autor a facer un recordatorio das orixes da Unión Europea, con un
    Monnet presidindo á CECA, fuxindo sempre que lle sexa posible da
    intervención dos políticos profesionais, e ademais nada partidadrio
    das consultas por referendum. Esto sérvelle para argumentar que, no
    fondo, o que hoxe é a Unión Europea sempre pretendeu ser unha
    comunidade
    económica caracterizada
    por un notorio déficit
    democrático.

    Respecto
    da primeira característica, Herr Enzesberger pon de relevo cómo se
    pasou dunha economía real, baseada no carbón e o aceiro, na
    industria de bens de consumo, a unha economía “irreal”, a da
    industria financieira baseada no mercado (ou no mercadeo), a do
    capital, que pretende obter beneficios elevados e rápidos. E por un
    método ben simple: aumento dos impostos, recorte de pensións,
    inflación…socialización das perdas e privatización das
    ganancias.

    O
    déficit democrárico pono de relevo con varias afirmacións, como
    que o 80% das leis que saen de Bruxelas non son ditadas polo
    Parlamento (elexido por votación), e sí polas autoridades
    executivas.

    E
    as autoridades da Unión chegan á conclusión que as consultas aos
    cidadáns non son eficaces, porque ás veces din non ( é mellor non
    preguntar…). Neste senso, o autor déixase de ironías e ponse moi
    serio e fai duras críticas a esta forma de actuar da Unión Europea,
    relatando unha serie de normas que só pretenden controlar ao
    cidadán, porque a Unión é quen mellor sabe o que é bo para os
    europeos, é quen debe marcar as directrices das condicións de vida
    dos cidadáns. E sen que ninguén se rebele, non vaia a ser
    calificado de antieuropeo.

    O
    déficit democrático está a levarnos á indiferencia, e ao
    desprecio da clase política; en fin, á tan nomeada, actualmente,
    desafección política dos cidadáns.

    A
    mellor CONCLUSIÓN ofrécea o autor na conversa que mantén, durante
    unha comida con Monsieur…, membro da Comisión Europea, que
    reproduce a modo de epílogo. Despois do intercambio de argumentos e
    críticas por parte de Hans Magnus, o político profesional corta o
    argumentario coa pregunta “Qué lle pareceu o osobuco?”, o que se
    podería traducir a unha linguaxe máis popular como É O QUE HAI…

  • Inmaculada Deben Alfonso

    EL GENTIL MONSTRUO DE BRUSELAS
    Europa bajo tutela
    HANS MAGNUS ENZENSBERGER
    El análisis que hace el autor me ha suscitado el sentimiento de desesperanza y acidez que creo que el transmite intencionadamente.
    !Yo discrepo!
    He visitado las instituciones europeas dentro del programa que ellas tienen para hacerse conocer, ya que su desconocimiento junto con su innegable burocracia , es uno de los principales errores que han cometido; y he vuelto mas europeísta de lo que había ido.
    Valoro muy positivamente su creación :!casi una generación sin guerra!, sin gastos de transición monetaria, y con un sector agrícola que ha recibido ingentes subvenciones , y los fondos para el desarrollo de las regiones menos favorecidas que permitieron la construcción de infraestructuras……
    Agradezco las aportaciónes al proyecto de personas como Churchill, Adenauer Jean Monnet, Mitterrand, Robert Schuman, ……

  • Elisa Prieto

    El autor hace una mirada crítica y feroz, a una U.E. que se remoce como el monstruo burocrático.
    Los argumentos de Enzensberger me parecen en buena parte poco rigurosos: lo mismo le sirven para atacar algo que para justificarlo. Un ejemplo, el uso del término “Comisario” para designar algunos cargos de la UE es, según él, es prueba de la “amnesia histórica” de sus autoridades (puesto que, en el pasado, hizo referencia a los “comisarios del pueblo” de la Unión Soviética de principios del pasado siglo, a los “comisarios del Reich” alemanes, o incluso a la policía dedicada a la investigación criminal de algunos países); sólo para admitir, pero cuarenta páginas después, que el uso de este término se debe realmente a la creación, por De Gaulle, poco después de acabarse la Segunda Guerra Mundial, de un “Comisariato general du Plan”, con el fin de fomentar la unión y la cooperación entre las naciones europeas.

    Ni siquiera al hablar de Jean Monet, a quien reconoce ciertas cualidades personales (¡menos mal que alguien se libra, hasta cierto punto, de sus críticas!) no puede por menos de justificar sus logros al hecho de que pudiera calificársele de “aventurero”…, además de considerar que, dado su aspecto físico (poca estatura, barriga discreta, etc.), era “un personaje más propio de un club Rotario que de una asamblea política”…

    Es cierto que la incorporación de algunos países a la UE debió haberse sometido en su momento a un examen más riguroso. El ejemplo más claro en este sentido es el de Grecia, que logró entrar a formar parte de la UE usando cifras completamente erróneas respecto a su PIB, lo que acabaría acarreando más tarde numerosos problemas.

    También es cierto que los miembros de la UE en gran parte no son elegidos directamente por los ciudadanos europeos pero, por supuesto, se le olvida añadir que sí son elegidos por los representantes de los gobiernos de los diferentes países de la Unión.
    Personalmente considero que, al tratarse de un organismo supranacional, la UE necesita de una capa burocrática más, pero creo que esto no debería usarse como argumento para deslegitimizar por completo a toda la organización.

    Me parece que la UE ha conseguido muchos logros muy importantes, aunque ya estemos tan acostumbrados a algunos de ellos que ni siquiera les demos importancia. También considero que si estos logros se explicaran con más frecuencia y con total imparcialidad y claridad a la población, los tradicionales valores democráticos y liberales europeos podrían defenderse mejor del actual auge de movimientos populistas que se están esparciendo por Europa. La UE tiene actualmente suficientes retos (inmigración, seguridad, defensa, etc., etc.) sin falta de tener que afrontar también las críticas mordaces, pero no constructivas, de los anti-europeístas.

    En términos generales, estoy de acuerdo con la crítica que Enzensberger hace de la UE por no haberse atenido a sus propios criterios económicos a la hora de aceptar nuevos miembros, con los perjuicios que esto ha ocasionado y aún sigue ocasionando. No obstante, considero que el análisis que presenta de las instituciones de la UE contiene demasiadas contradicciones y exageraciones. No me parece, por tanto, su evaluación ni justa ni equilibrada.

  • antonio-carlos pereira menaut

    Antonio-Carlos Pereira Menaut (Catedrático Jean Monnet, Universidade de Santiago
    de Compostela):

    Comentario do libro El Gentil Monstruo de Bruselas, o Europa bajo Tutela (Anagrama, 2011), de Hans Magnus Enzensberger

    O libro que corresponde comentar é o xa famoso El
    Gentil Monstruo de Bruselas, o Europa bajo Tutela (Anagrama, 2011), de Hans Magnus Enzensberger,
    premio Príncipe de Asturias de 2002. Trátase dun libro que fíxose famoso
    rápidamente é que foi publicado nos principais idiomas (entre outros, en
    catalán: Brusselles: el Monstre Gentil o la Tutela d’Europa, Arcadia,
    2012). Como xa terán comprobado os lectores, é un libriño máis ben curto
    (112 páxinas), de lectura non particularmente difícil para calquera persoa
    medianamente informada, e que está a cabalo do xénero do ensaio-reflexión
    crítica có de alta divulgación. Por momentos, fainos lembrar un pouco das
    reportaxes dos bóos xornalistas, pero noutros analiza e vai moito aos reigaños
    das cousas. Nótase que Enzensberger ten boa información. Amosa ter tamén unha
    certa ironía, unha característica que por principio tendemos, sen máis
    fundamento que os chistes de prusianos, a non asociar cós alemáns (con todo,
    clarexaremos que él é bávaro).

    O argumento principal de libro non é novo, pero dálle
    nova forza o feito de que o autor é un recoñecido escritor e pensador alemán,
    non un radical euroescéptico británico ou algo así. Efectivamente, Enzensberger
    dí cousas que podería asinar Nigel Farage, pero as dí con ponderación, e
    asemade sen omitir as cousas boas que ten feito a Unión Europea. O libro ten
    máis de un argumento, pero os principais son o da lonxanía e a opacidade
    interior da Unión, tan complexa que por veces nin os insiders a entenden
    doadamente, e mais o secuestro da democracia, democracia baixo tutela ou baixo
    o despotismo ilustrado dun xigante soft que busca o millor para nós —ou
    eso dí—, pero impoñéndoo. Esa dobre cara do monstruo —monstro, pero tamén
    xentil e paternalista— vése ben no libro.

    O índice do libro reflicte ben o contido. O autor fai un
    percorrido pola historia, sinalando o espíritu orixinal có que naceu a UE (que
    por certo nin se chamaba “Unión”) e sinalando tamén o seu espíritu actual
    (burocrático, tecnocrático, penetrante ate nos detalles, paternalista e excesivamente
    entregado as metas económico-financieiras)

    O libro publicouse en 2011. Hoxe, van cinco anos máis de
    crise e a reacción da UE diante da crise e dos seus propios erros non é
    rectificar. Por eso o libro conserva plena actualidade. O “monstruo” despois de
    2011: menos suave, máis impositivo, igual de uniformador, igual de entregado
    nas máns da economía, igual de alonxado, igual de duro para con Grecia
    (Consello do verán de 2015).

    USC, Novembro de 2016.

  • antonio-carlos pereira menaut

    Prof. Cancela, ante todo os meus parabéns pola cantidade e calidade dos comentarios. Dáme envexa da boa.

    Eu quixera sumarme á discusión para decir só un par de cousiñas.

    O primeiro: varios dos comentadores non xuzgan o libro como o libro é: breve, de ensaio-alta divulgación. Hai que distinguir os xéneros da producción académico-literaria, como facía d’Ors. Un manual non é un tratado, un tratado non é unha monografía, nin tampouco un ensaio. Os ensaios poden non ter a «accuracy» ou o aparato crítico das monografías de investigación, e poden (e deben) ser máis persoais. P. ex.: poden ser críticos ou o contrario sen preocuparse do equilibrio entre argumentos a todo precio. Pero deben ser suxerentes sempre porque os ensaios axúdannos a comprender o mundo hoxe e agora, cando ainda non apousaron as augas turbulentas e a herba está a escorregarse baixo
    dos pés; cousa que un tratado non fai doadamente. Non é que sexan anticientíficos senón que son distintos. Así: ensaios, e non obras científicas ordinarias, foran «La Rebelión de las Masas» y «España Invertebrada», e ahí están, resistindo o paso dun século.

    Segundo: eu diría que varios comentarios son, como se dí agora, «políticamente correctos», namentras que Enzensberger non o é. En Europa, criticar á UE é habitual, namentras que na España témola un pouco como endiosada, como alén da discusión. Lémbrome dun ministro-presidente de Baviera, hai máis de vinte anos, dicindo claramente que a UE compensáballe moito a Baviera polo que exportaban. Lémbrome pasar por Alemania no 98, cando faltou un chisquiño para que non entraran no Euro, e a decisión tomárona pensando en Alemania abertamente. E así sucesivamente. Ven a UE como o que é, unha asociación humana, coas suas cousas boas e malas, na que ninguén entra para ser un cordeiro sacrificial nin un adorador, senón para obter beneficios (ainda que cun mínimo de altruismo, e xogando limpo, e beneficiando tamén aos demáis socios, porque nesa asociación todos podemos gañar).

    Felices Festas de Nadal, Aninovo e Reis para todos.

  • Salome Freitas Juvino

    Este Manifiesto se ha publicado en el año 2006, por lo tanto , antes del Tratado de Lisboa, que entró en vigor en diciembre del 2009. Algunas cosas han variado en este período de tiempo,aunque quede mucho por recorrer.

    Guy Verhofstadt es un federalista europeo. Mantiene, como muchosotros/as, yo incluida, que es posible y necesario un Estado Federal Europeo.

    Se debe concluir, cuanto antes, el proceso de integración europeo.

    Podríamos relacionar el “ Manifiesto por Una Nueva Europa” con su Manifiesto “ Por Europa “ en la que señala: “Europa tiene que liberarse para siempre de sus demonios nacionales. Europatiene que despojarse para siempre del ombliguismo de sus Estados nación. Realmente, en Europa es necesario un cambio radical, una auténtica revolución. Hay que construir una Unión Federal Europea.
    Una Unión Federal que le permita ocupar cuanto antes su lugar en el mundo posnacional que se anuncia. Quienes no se dan cuenta de ello
    son los jefes de Estado y de Gobierno cobardes, egoístas y miopes. Hay que abrirles los ojos. Ponerles un espejo delante, para que vean
    su propia impotencia. No dejarles ni un solo día en paz. Debemos mostrarles el camino hacia la otra Europa, la Europa del futuro“.
    Así,ante el nacionalismo llama a los ciudadanas/os europeas/os a exigirun pasaporte europeo. ¿Por qué no?
    Losllamados “padres de la Unión Europea” son los que han puesto fin a la quimera nacionalista: Monnet,Schuman, Adenauer, Spaak, De Gasperi y Spinelli. “Honrémosles,en lugar de seguir adorando nuestro pasado nacional“,sostiene Guy Verhofstadt.

    Construir la Federación Europea, “indispensable para la preservación de la paz “, era el objetivo declarado de la Declaración Schuman del 9
    de mayo de 1950. La Unión Europea nació como “una nueva etapa en el proceso creador de una unión cada vez más estrecha entre los
    pueblos de Europa “ en el Tratado de Maastricht. Por ello, el proceso de construcción de la UE es un proceso constituyente abierto cuya meta es construir una federación europea de estados y ciudadanos, primera democracia supranacional en la era de la globalización. Unión con una triple dimensión. Monetaria, económica y política.

    En lo político, la actual UE es una unión de estados europeos que por primera vez en la historia comparten los fundamentos de su
    legitimidad: principios, valores y objetivos basados en el estado social de derecho, la democracia parlamentaria y el respeto de los
    derechos humanos, la economía social de mercado, la cohesión y un modelo social.

    La introducción de la ciudadanía europea y la moneda única en el Tratado de Maastricht supuso fundar la Unión Europea como una
    comunidad política con personalidad jurídica, ampliada desde el Tratado de Lisboa con la inclusión de una Carta de Derechos
    Fundamentales con carácter vinculante.

    La creación de la unión monetaria no se acompañó con un proceso paralelo de integración del poder económico, presupuestario y
    fiscal, que los estados miembros conservaron como competencias nacionales en la lógica westfaliana.

    Entiendo que en la agenda para la unión política deberían ser prioritarias las siguientes cuestiones:

    • Consolidar un sistema bicameral legislativo formado por el Parlamento Europeo,como representación de los ciudadanos, y el Consejo Europeo, como representación de los estados.

    • Reconocer a la Comisión Europea como un verdadero gobierno europeo con su presidente elegido en investidura parlamentaria a partir de
    candidaturas presentadas por los partidos políticos europeos, con claras competencias en materia de política económica.

    • Daral Tribunal de Justicia funciones de tribunal constitucional.

    • Articular el principio de subsidiariedad con la responsabilidad compartida entre el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales

    A pesar de los logros alcanzados, a Europa le queda un largo camino para llegar a ser una federación e estados. Pero la situación que
    vivimos actualmente es tan incomprensible como lo sería en Estados Unidos si las decisiones macroeconómicas, fiscales o bancarias del
    país las tomara el gobernador de Nueva York o el de Virginia, debido a su peso económico, en lugar de hacerlo el presidente de Estados
    Unidos, el Congreso y el Senado.

    Si queremos pensar en Europa como una verdadera unidad política, necesitaremos un presidente y un gobierno europeos, elegidos por
    todos los ciudadanos, con capacidad de decisión sobre las competencias comunitarias. El Consejo Europeo, donde están representados los gobiernos nacionales de los estados miembros –es el que, a día de hoy, sigue teniendo más peso en la toma de decisiones–, debe quedar relegado a desempeñar un papel secundario, de coordinador entre los estados miembros y las instituciones europeas. De este modo se produciría una relación democrática y directa entre los ciudadanos, el presidente, el gobierno y el Parlamento Europeo, sin necesidad de pasar por los gobiernos nacionales y sus ministros como intermediarios.

    No me cabe duda de que antes o después tendrán que abordar este debate sin ambigüedades y medias tintas. El riesgo que se corre, si no
    emprenden estas reformas institucionales, es muy alto, y pasa por un rechazo masivo de la Unión por parte de sus ciudadanos. El objetivo
    debe ser innegociable: unir a todos los europeos en unos EstadosUnidos de Europa.

    Es un manifiesto de grandes ideas.

  • Nestor Rodriguez

    Néstor Rodríguez Pallares.

    OS ESTADOS UNIDOS DE EUROPA

    Da mesma maneira que fixen no comentario do libro “O xentil monstruo de Bruxelas”, confeso que participo nesta cátedra en cumpremento dun ejercicio académico, dado que os meus coñecementos e pretensións, tanto literarios como políticos ou sociais non me fan quén de tomar esta iniciativa.

    Sen embargo, a lectura dos “Estados Unidos de Europa”, reconcilioume do anterior, porque abonda no meu modesto pensamento sobre o particular.

    Paréceme moi importante atender á perspectiva ou modelo literario elixido polo autor: non opta por escribir un informe, ensayo, conto ou novela, senón que claramente fai un manifesto.

    Despois de leída a traballadísima introducion que o encabeza, ainda sei menos o que podo dicir; se acaso apuntar o feito de que estamos a falar de dez anos atrás, e ainda que o camiño a percorrer mantense máis ou menos invariable, forzosamente algo tiveron que cambear as cousas ó darse novidades de certo interés.

    Pódese dicir que segue vixente o feito de que a UE pasa momentos de desconcerto, confusión e pesimismo pero, sin caer na autocomplacencia, o máis importante e que se mantén a paz e maila democracia en tódolos membros. O brexit do Reino Unido no debería ser causa de desánimo dado que o longo do máis de medio século de historia xa se deron outras convulsións coma o rexeite de Noruega á integración, a reclamación da “Dama de Ferro” pola contribución dos británicos, os de outros países á moeda única, etc. En canto a Turquía, nas súas particulares e dificilísimas variables, segue a prol de integrarse e, actualmente, ainda que de forma imposta pola xeografía, estalle servindo de importante cortalumes a Europa.

    Nos últimos tempos, en algúns membros da UE e coa inercia da crise, son notorios os avances de grupos radicais ou pseudo-radicais de distintos extremos, baseados nun descurso demagóxico, tratando de “informarnos” de un precario estado de benestar ó que, paradóxicamente tentan vir a vivir persoas de todolos continentes.

    Por outra banda, tamén é normal que nunha Europa en crise se revolvan os alicerces de aqueles que máis contribúen cando ven que as economías máis precarias non aseguran, fiscalizan nin priorizan de xeito apropiado o seu gasto ou sistemas financieiros. Este e o outros factores han de ter moito que ver na última convulsión sufrida, o brexit do Reino Unido; quizá que un tanto chovinista, como o proba o feito de que eles mesmos dan mostra de non saber ben como resolvelo, pese ás invitacións que se lles fan. En todo caso podería implicar o abandono da súa líña política de que ninguén sexa excesivamente grande, porque non cabe dúbida que, en conxunto, a UE pasa a selo respecto a eles.

    Ocórreseme que a fuxida do inglés podería ser unha oportunidade estupenda para facer máis grande o idioma español nun amplo mercado de socios preferentes iberoamericanos; o que permitiría contrarrestar e absorber a medra de estados emerxentes que, se ben é certo convulsionan a UE polos datos de competitividad, hai que confiar que a teoría dos vasos comunicantes os suavice nun plazo normal, sin chegar a colapsar debido ó dumping que algúns deles plantexan.

    Como ser vivo do que estamos a falar, persoalmente non me soprenden os sinais contradictorios que pode mostrar e mostra. Seguramente que Europa xa tería unha dirección máis definida se non fora polas periódicas pero lóxicas integracións, as últimas con modelos políticos e sociais moi alonxados dos que componen o núcleo central da UE. Este modelo social pode ser coxuntural e xustificar o feito de por qué tantos cidadáns votaron non nun determinado momento.

    Ainda que me gustan as cousas planificadas, tampouco parece que a Europa lle sexa imprescindible ter un punto de destino fixado, quizá en principio basta con que o destino sexa sinxelamente ir a mellor En canto a iso non parece que haxa dúbidas de que da Haia a Bruselas, pasando por tódalas estacións intermedias foron pasos adiante e algúns de moita importancia como os acordos e tratados de Schenguen ou Maastrich; xa non digamos o da unificación da moeda.

    Claro que pode ter razón quen considere Europa: descoñecida e minusvalorada, e incluso quen no bo sentido a considere un monstruo polo seu tamaño; pero teño para min que por si só, a existencia do euro xa amortizaría a súa existencia.

    Tampouco parece imprescindible que haxa que definir si estamos a falar dunha zona de libre comercio ou unha europa política, porque penso que é as dúas cousas na medida que o vaia pedindo o paso do tempo.

    Non sei si encaixa aquí pero tendo en conta que ó longo dos séculos, a terra foi abondo para permitir a evolución humana, cómpre plantexar unha persoal inquietude por canto a min sempre me pareceu fundamental manter un bó nivel agrícola e gandeiro, que de momento penso existe.

    A experiencia dos Estados Unidos de América ha de dar pautas para a evolución que se pretenda. O federalismo non ten por qué supor unha perda de democracia, se acaso unha transferencia de algún dos seus compoñentes a un extracto distinto, o que non debe asustar. Así mesmo poden ser normales os ciclos de retroceso como o crack americano de 1929. E igual que USA se imbricou sobre dous acontecimientos bélicos, no noso continente dáse un paralelismo que motivou unha nova Europa, de feito inevitable.

    Propón o autor do manifiesto cinco tarefas para a nova Europa, por canto que sobre o éxito do euro estima mellorable a gobernanza e a extratexia social e económicas; con investigación científica e tecnolóxica o modo de competir sobre a producción; consolidar a xusticia e seguridade por seren moi necesarias para a estabilidade; unificar a diplomacia para rendibilizar i evitar duplicidades; e rematar a formación dun exército propio no seo da OTAN.

    Dende o amplo coñecemento que o autor debe posuir, dá pautas, inapelables dende o meu punto de vista, sobre un novo financiamento para unha nova Europa, de xeito que se acade un equilibrio e se eviten os agravios entre os contribuintes netos e os beneficiarios netos, como os chama; porque o feito solidaridario non debe supor un derrame dos recursos.

    Sen considerar necesarias unhas novas institucións para unha nova Europa e citando por segunda vez ó noso Javier Solana, cuxo cargo no seu momento era coñecido como Mr. Pesc, aboga este gran europeista por simplificar entes e denominacións para facelas más claras e asimilables, pescindindo en primeiro lugar da xerga creada, á que chama euro-speak.

    Non obstante o anterior, propón una estructura baseada algo así como nos círculos concéntricos: o núcleo principal constituiría os “Estados Unidos de Europa” no que desapareza o sistema paternalista ó ser susbsituido polo recoñecemento das peculiaridades de tódolos países membros; prescindindo de aqueles outros carentes de tal vocación ou que só esperan que Europa sea para eles como unha “villa de cartos” permanente, sen enfrontar solidariamente problemas coma o paro ou a criminalidade; constituiríase con eles unha “Organización de Estados Europeos”, ainda que a plena integración sen presa sería o obxectivo final, obxectivo que, a prol das novas xeneracions debería rematar nun referendum europeo en xornada común.

    Pontevedra, 11 de xeneiro do 2017

  • juanmei

    OS ESTADOS UNIDOS DE EUROPA, de Guy Verhofstatd.
    Manifiesto: declaración pública de principios e intenciones.
    Guy Verhofstatd nos convidad mediante esta declaración a reflexionar y a pensar sobre el futuro de Europa en unos momentos agitados por el desconcierto, la confusión y el pesimismo, etapa en la que todavía no se vislumbrada el «brexit» en su futuro.
    El manifiesto quiere dar respuesta a lo que acontece y a por qué acontece pero sobre todo nos marca el camino de lo que debemos de hacer.
    Europa ahora se encuentra dividida políticamente y debilitada económicamente, lejos de su objetivo de marcar el rumbo de la historia como auténtica potencia mundial, motor en la ciencia, en la política y en la economía con dos claros objetivos: Paz y Bienestar.
    La atarea a desarrollar será inmensa dado que tendremos que enfrentarnos a dos grandes desafíos: uno eterno, la globalización y, uno interno, el envejecimiento poblacional.
    Ya Jean Monnet apuntó que los países europeos se volvieron demasiados pequeños para competir en el mundo actual. Para las nuevas generaciones, Europa ya no es un ideal, es una realidad, realidad que se refleja en dos sentimientos: temor ante la globalización e incertidumbre que Europa pueda dar a esta situación. Los ciudadanos europeos queremos na Europa más fuerte, más eficaz en la concentración de esfuerzos para enfrentarnos a todos los retos que nos está planteando la globalización con una sola voz.
    El Tratado de Roma en 1957 crea la Comunidad Económica Europea con el objetivo principal de asegurar la libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales, objetivos ya alcanzados ahora. Pero Europa está llamada a ser algo más, debe de conseguir la unión de los ciudadanos en defensa de nuestros intereses y de nuestro bienestar.
    El manifiesto propone una construcción europea a semejanza a como se construyeron los EE.UU. de América, nos narra y profundiza en sus formas y desarrollo como ejemplo a seguir, donde el avance y expansión de los negocios jugaron un papel tan decisivo en el crecimiento del Gobierno Federal como la propia Constitución, teniendo unos objetivos claros: asegurar la paz, la estabilidad y la prosperidad.
    Para nos propone cinco tareas o competencias:
    * un gobierno con claridad y poder para elaborar y conducir una estrategia única en lo social y en lo económico.
    * una nueva incentivación tecnológica.
    * crear un espacio europeo de Justicia y Seguridad (en ello estamos)
    *potenciar una diplomacia europea vigorosa y con una sola voz.
    * Crear un ejército europeo.
    Además de todo ello, debemos caminar hacia un cambio en la forma de financiación, siendo la propia Unión capaz de realízalo con plena autonomía (ecotasa) y no a través de contribuciones nacionales calculadas sobre el PIB de cada miembro.
    Para ello debemos remontar la actual encrucijada: o nos quedamos atrofiados en una simple zona de libre comercio, o nos comprometemos todos para conseguir una nueva Europa. Necesitamos conseguir un nuevo proyecto donde no solo se reconozcan la identidad y singularidad cultural de los Estados miembros, sino que además, se disponga de instituciones capaces de liderar el proyecto con total autonomía presupuestaria.
    Queremos un proyecto Europea en el que se pueda CREER.

  • Miguel A. Yebra

    OS ESTADOS UNIDOS DE EUROPA
    Manifiesto por unha nova Europa
    Guy Verhofstadt

    Reseña de Miguel A. Yebra Varela
    26 de Enero 2017

    INTRODUCCION.- Después de haber leído “El Gentil Monstruo de Bruselas” de Hans Magnus Enzensberg, confieso que necesitaba un contra-punto, una visión más positiva y optimista sobre el futuro de la Unión Europea. Los que hemos construido nuestra historia vital en escenarios socio-políticos y económicos diferentes tenemos una perspectiva más clara de todos los cambios acaecidos al transitar desde la dictadura hasta la situación actual. Una estimación realista de los “peajes”, costes y esfuerzos necesarios para llegar hasta aquí.

    Por eso el “futuro” cobra una tremenda importancia. El diseñar y perfeccionar instrumentos de gobierno y administración que promuevan la colaboración colectiva en aspectos tan deseados y útiles como el desarrollo socio-económico, tecnológico o la propia paz, se presenta como una necesidad indiscutible.

    La lectura de “Os Estados Unidos de Europa” nos devuelve un hilo de esperanza. El Primer Ministro Belga, Guy Verhofstadt nos hace partícipes de una fórmula que se antoja factible y realizable y aún cuando -lo mismo que ha sucedido en el pasado- nada es fácil ni gratuito, describe un horizonte, un destino, un “Norte” alcanzable. Verhofstadt no desconoce las dificultades; es consciente de las objeciones y posibles obstáculos y, a pesar de ello, no cede un ápice en transmitir su propia fe en el proyecto que explica. Efectivamente, todo un manifiesto por una Europa más unida y un futuro mejor.

    EL LIBRO.- Partiendo del reconocimiento de que Europa está en crisis y de que los menos convencidos son las nuevas generaciones, justo aquellas que debería estar apasionadas y convencidas por la idea de una Europa unida fuerte como protagonista del esquema mundial actual; el autor hace un repaso de lo que cautiva y, especialmente, de lo que es rechazado por la población, a través de los Euro-barómetros. Nos muestra como pocos renuncian a una política exterior y de defensa comunes, sin embargo una importante mayoría ofrece escasa acogida, temor e incertidumbre en torno a las iniciativas de elaborar una Constitución Europea.

    Existe un miedo bastante generalizado a la pérdida de la propia identidad, acrecentado, si cabe, cuando el Consejo Europeo inició negociaciones para la posible adhesión de Turquía. Aún cuando una gran mayoría de europeos están a favor de la integración y de una Europa fuerte, tienen muchas dudas generadas y una gran frustración porque no encuentran en Europa la capacidad de resolver muchos de los problemas y conflictos significativos de toda índole, que surgieron en los últimos años. Le asignan una relevante ineficacia en ello mientras, por otra parte, le recriminan excesivo celo, minuciosidad y tiempo en regular otras cuestiones de menor enjundia.

    La flexibilidad y excepcionalidad otorgada en las adhesiones -cuyo mayor exponente puede haber sido las cláusulas “opt-outs y opt-in”- dio inicio a una Europa de varias velocidades que, a pesar de sus buenas intenciones, han hecho un importante daño a la imagen.

    G.Verhofstadt nos presenta una Europa minusvalorada y desconocida para la mayoría, resaltando los logros, especialmente, económicos y sociales que le debemos. El “NO” obtenido en algunos países respecto a los intentos de confeccionar su “Constitución” lo achaca más a su cortedad para algunos y su demasiada amplitud, para otros, y no al hecho de que se rechace su necesidad.

    Tomando como experiencia los “Estados Unidos de América”, el autor aboga por una nueva Europa, unos “Estados Unidos de Europa”. Un paso más hacia adelante en una Europa cuya construcción se inició -y sigue- tramo a tramo, paso a paso. Defiende una serie de tareas que considera necesarias para alcanzar este objetivo como impulsar una estrategia socio-económica común, incentivar la investigación tecnológica, un espacio europeo para la justicia, una lucha común frente a la criminalidad y la delincuencia, la existencia de una diplomacia europea e, incluso, la creación de un ejercito propio. Obviamente, como consecuencia, todo ello requerirá una nueva estructura de financiación así como de nuevas y mejoradas instituciones. Una Europa que resulte útil, práctica, operativa y atractiva para los europeos.

    CONCLUSIONES.- Pocos discuten que estamos ante una Europa en crisis, aunque, bien pensado, casi podemos añadir: ¿Quién no lo está en estos tiempos convulsos? . Además de las causas que se citan en el libro, lo cierto es que, salvo una gran parte de quienes por edad les ha tocado vivir tiempos mucho mas revueltos y espartanos -y por ello son mas conscientes de la importancia del tema-, las nuevas generaciones, con carácter general, “pasan” de la cuestión europea, como también “pasan” los que tienen
    problemas cotidianos que requieren y centran su atención, y lo que es peor, tampoco hay preocupación por ello -lo mismo que en cualquier otro asunto que no se encuentre directamente en su órbita personal- en el seno del moderno “analfabetismo” -que no son los que no saben leer sino aquellos que no sienten inquietud por casi nada salvo por como va situado en la tabla su equipo favorito o con quién sale actualmente la vecina del piso de arriba-.

    He de reconocer que, bien por una información malintencionada de determinada clase política al tomar decisiones, por otras razones o porque tampoco las instituciones europeas actuales se han preocupado demasiado en transmitir una visión ejemplar de sus actuaciones, dando que hablar más por lo que se hizo mal que por lo que se hizo bien, lo cierto es que Europa dejó de encandilar, con un claro deterioro general de su imagen.

    No podemos olvidar que si ya existían reconocidas dificultades cuando el libro se imprimió -año 2006-, la visión actual -diez años después- no ofrece mucho espacio para la esperanza. Los pasos siguen siendo lentos. No hay hechos notorios mas allá de las incorporaciones de Bulgaria, Rumanía, Chipre o Malta y una importante mejora funcional derivada de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el 1 de diciembre de 2009. Por el contrario, la crisis surgida tras la época en que se escribió el libro, hizo resurgir sentimientos “populistas, inquietudes de carácter proteccionista y/o posiciones nacionalistas que poco contribuyen a la visión de una gestión más integrada, solidaria y común del futuro europeo. El “Bréxit” plateado por el Reino Unido no es más que un exponente de la fragilidad actual de esta unión.

    Frente a un mundo globalizado en donde es patente una bi-polarización entre Occidente (EE.UU) y Oriente (China/India/Japón), nadie duda de la importancia de darle una mayor hegemonía y protagonismo a Europa.

    La fórmula de Guy Verhofstadt es una buena opción, pero lo mismo que si queremos instalar un adecuado sistema de calefacción en nuestro hogar, antes tenemos que revisar como está su aislamiento, antes de poder lograr un objetivo tan ambicioso hay que vencer muchas otras dificultades. No parece fácil poner orden en lo que algunos tachan de auténtica “Torre de Babel”. Es preciso desmontar actuales rivalidades o confrontaciones por exceso de celo en defensa de intereses nacionales. asumir poderes con fundamento democrático y transparente, orientado al servicio y bien común de los europeos. Ser cuidadosos y actuar con mesura en la administración interna de las instituciones cuidando la imagen que se irradia.
    Es preciso ponerse de acuerdo en todo lo que es fundamental. Europa tiene que llegar a hablar con una sola voz, ser eficaz y enamorar a los europeos.

  • Mª Dolores Besada Pérez

    Mª Dolores Besada Pérez

    Os Estados Unidos de Europa
    Manifesto por unha nova Europa

    Guy Verhofstadt

    Este manifesto, escrito por Guy Verhofstadt, está estruturado en catorce apartados incluído o prólogo. A introdución do Profesor de Ciencia Política e da Administración Dr. Celso Cancela Outeda é a antesala do mesmo e as tres citas de Victor Hugo, Winston Churchill e Jean Monnet son moi apropiadas.

    O autor no prólogo pregunta: qué rol asumirá Europa coa evolución das grandes potencias?. Na actualidade a Unión Europea atópase dividida políticamente e económicamente debilitada.

    Fai un breve resume do Manifesto: A Unión Europea ten que cambiar. Deixar de estar en todo. Retos: a globalización e o envellecemento da poboación, investigación e desenvolvemento, redes transeuropeas de información, espazo europeo de xustiza e seguridade único, forzas armadas comúns, etc.

    Nos apartados “Europa en crise”, “Sinais contraditorios”, “Por qué tantos cidadáns votaron non?”, “Da Haia a Bruxelas”, “Europa: descoñecida e minusvalorada”, “Unha zona de libre comercio ou unha Europa política?”, “A experiencia dos Estados Unidos de América” expón os feitos.

    A continuación o apartado “Cinco tarefas para a nova Europa” (o máis extenso) formula as seguintes pautas a seguir:

    1) Unha gobernanza e unha estratexia social e económica europeas.
    O rol do Banco Central Europeo.
    O Pacto de Estabilidade. O éxito do euro.
    A globalización.
    A financiación.
    Gabinete social e conómico.
    Reforma dos sistemas fiscais.

    2) Unha nova vaga tecnolóxica europea.
    Competitividad. Investimento científico e tecnolóxico. Medio ambiente. Tecnoloxías da Información e da Comunicación. Investigación e desenvolvemento.

    3) O espazo europeo de xustiza e seguridade.
    A xustiza e a seguridade. Europol.

    4) Unha diplomacia europea.
    Política exterior. Servizo diplomático.

    5) O exército europeo.

    No apartado XI “Un novo financiamento para unha nova Europa” trata sobre o sistema de financiamento e a solidariedade como principio básico.

    Termina cos apartados “Unhas novas institucións para unha nova Europa”, uns ““Estados Unidos de Europa” nunha “Organización de Estados Europeos”” e Un referendum para Europa”

    O autor defende uns “Estados Unidos de Europa”. Na U.E. hai dous modelos: o que propugna unha “Europa dos Estados”, que defendía De Gaulle, e o dunha Europa federal que defende o autor, baseándose na experiencia dos Estados Unidos de América.

    Desde 2005 (data do manifesto) ata 2016 incorporáronse máis países: no ano 2004 dez países (Polonia, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Estonia, Lituania, Letonia, Chipre, Malta), no 2007 entran Rumanía e Bulgaria e no ano 2013 pasa a formar parte da UE Croacia, sumando na actualidade vinteoito países.

    Nestes anos houbo cambios moi importantes en Europa e fóra dela. A U.E. ten que ser líder tanto en política social como económica. Os seus gobernantes dicen que non teñen o apoio dos cidadáns, por qué?. Cal é o proxecto a desenvolver?. Deben transmitir, explicar ben o que fan e o que van facer, para que lle chegue aos maiores e aos máis novos. E os gobernantes de cada país membro han de estar na mesma sintonía.

    Son vinteoito os países que integran a U.E., cada un coas súas características e singularidades, intereses, etc., todo elo pode traer/e trae diverxencias. A U.E. ten que ter unhas directrices/pautas prioritarias a seguir para asegurar e ampliar a construción do que iniciaron os seis países fundadores no ano 1957. Ten que ter perspectiva de futuro. Unha lei aprobada hoxe pode estar obsoleta cando entre en vigor.

    Guy Verhofstadt é un político moi activo. No ano 2005, cando escribe este manifesto, era primeiro ministro belga. No ano 2010 participou na creación do Grupo Spinelli no mesmo Parlamento Europeo, e na actualidade é presidente do grupo de Alianza dos Demócratas e Liberais por Europa.

    Xaneiro 2017

  • pilar bono

    Pequeño libro abierto a soluciones planteadas de un modo esperanzador y cambios para nuestro «Viejo Continente».
    Ante las dificultades originadas por la crisis económica, tanto a nuestra nación como al resto de los países europeos, el autor nos hace reflexionar sobre la importancia de la UNIÓN entre todos para empujar con más fuerza en la lucha contra los males que nos aquejan y tanto `preocupan a los ciudadanos.
    Estamos viviendo claramente una época de revoluciones económicas. Esto preocupa, y mucho, a la población que siente cómo la pobreza va en aumento. La sanidad pierde fuerza para la cobertura que ha tenido, se desestabiliza la caja de pensiones, el paro es una contaste amenaza. Preocupa la seguridad ciudadana.
    Por todo esto, la gente necesita, y quiere, soluciones.
    Europa necesita rejuvenecer y sentir la fuerza de la ilusión para trabajar juntos en un mismo empeño y conseguir el gran reto de superar lo que el ciudadano de a pie padece en su día a día.
    Destaca el autor la importancia de un REFERENDUM EUROPEO para consultar a todos los ciudadanos de los estados miembros `participantes.

    • pilar bono

      BBB

  • Aurelio T. Justo Cerviño

    OS ESTADOS UNIDOS DE EUROPA. MANIFESTO POR UNHA NOVA EUROPA – Guy Verhofstadt
    O propósito deste Manifesto, tal e como indica o seu autor no último capítulo, foi “marcar as liñas de forza dun proxecto europeo capaz de atraer ás xeracións máis xoves”. Transcurridos dez anos, a situación de deterioro da UE, o descontento dos cidadáns e a falta de credibilidade e confianza parece persistir.
    Na introdución do profesor Celso Cancela Outeda ofrécesenos un resumo moi clarificador: oportunidade do libro, alternativa construtiva, vixencia, concreción das formulacións, plan de acción e, concluíndo, “un convite a reflexionar sobre o futuro de e evolución da Unión Europea: Tratado de Roma (1957), caída do Muro de Berlín e implosión da Unión Soviética, desprazamento do centro de gravidade económica, emerxencia de catro grandes potencias (China, India e Xapón, xuntos cos Estados Unidos de América), para chegar a unha UE políticamente dividida e económicamente debilitada (2.006) que debe afrontar retos como a globalización, envellecemento da poboación, investigación, redes de información transeuropeas…, para conquerir un espazo europeo de xustiza e seguridade único, forzas armadas e política exterior comúns.
    Os seguintes capítulos abordan a crise da UE (2.005), un Proxecto de Constitución diluído, o malestar manifestado polos cidadáns (referenda de Francia e os Países Baixos), que levan a unha situación de disxuntiva: simplemente un espazo de libre comercio ou unha Europa política e estreitamente unida. Despois de enumerar as razóns do rexeite dos cidadáns ao Proxecto de Constitucíon Europea, conclúe o autor que, non obstante, estes queren unha “Europa forte”. Por iso se fai necesaria unha transformación que rache coa imaxe de ineficiencia e coa reputación burócrata e tecnocrática na que priman as instancias nacionais sobre o interese común. A experiencia do proceso levado a cabo polos Estados Unidos de América pode servir como pista para unha nova Europa para a que o autor propón cinco tarefas a levar a cabo: gobernanza e estratexia social e económica europeas, unha nova vaga tecnolóxica, un espazo europeo de xustiza e seguridade, unha diplomacia e unha defensa común europeas. Esta nova Europa require un novo marco de financiamento no que debe prevalecer o principio de solidariedade. Guy Verhofstadt, abogando por unas novas institucións para unha nova Europa (con tarefas claramente definidas, con poderes reais e responsabilidades, elixidos democráticamente por tódolos cidadáns europeos), Parlamento europeo bicameral a cargo do poder lexislativo, un Consello Europeo integrado por representantes dos gobernos dos Estados membros; en definitiva, unha fórmula que sexa quen de atopar un equilibrio entre o interese xeral europeo e os intereses de cada un dos Estados membros. Concluíndo, uns “Estados Unidos de Europa” nunha organización de estados europeos.
    Outros analistas conclúen que a UE está a traizoar o seu sentido político inicial, sometida ás dinámicas do mercado global, Fondo Monetario Internacional e desigualdade entre os seus membros; que necesita unha revisión profunda das súas institucións, retomar a democracia participativa e real e evitar que os poderes económicos e oligárquicos sexan os que marquen o rumbo a seguir en beneficio propio e en detrimento dos cidadáns europeos.

  • carme cornes

    JOSE FERNÁNDEZ LÓPEZ

    OS ESTADOS UNIDOS DE EUROPA.MANIFESTO POR UNHA NOVA EUROPA

    Dende un primeiro momento, xa na intrución deste Manifesto por unha nova Europa por parte do profesor Celso Cancela, queda ben sentado que a Unión Europea acadou algúns dos seus obxectivos iniciais. Só ao contemplar os últimos sesenta anos de paz e democracia en Europa, e comprobar como se acadou un certo benestar social (nuns países máis ca noutros), xa parece que mereceu a pena, e que o futuro sería máis Europa e máis Unión.
    Non obstante, o propio autor de «Os Estados Unidos de Europa.Manifesto por unha nova Europa», Guy Verhofstadt, recoñece a urxencia (e tamén a dificultade) de sair dun momento de «impasse actual», visto dende o ano 2005, e propón pensar nunha nova Europa que ilusione aos cidadáns, e que volva a parecer sinónimo dun futuro mellor. Porque as xeneracións máis novas xa maduraron con «todo feito», en paz e democracia, co mercado libre e a moeda única, en prosperidade, pero ven que a Europa non ofrece repostas ás novas necesidades de vida.
    E esta futura Europa, afirma o autor, estaría realizada nuns Estados Unidos de Europa que fagan fronte aos novos desafíos e expectativas dos cidadáns europeos. Pero se ao longo do Manifesto se van pondo de relevo as circunstancias actuais (2005) que fan que o autor amose un certo optimismo ante a posibilidade de creación dos E.U.E., hoxe (2017) non lle queda outra que ser desesperadamente optimista, ao contemplar a realidade actual: saída do Reino Unido da UE, incremento das posibilidades de poder das ultraderitas nacionalistas (ou casi nazionalistas) e, sobre todo, a inutilidade estructural amosada pola Unión Europea para dar resposta a moitos problemas, sendo o máis vergonzante o que enche de cadáveres o Mediterráne ano tras ano…e xa van moitos anos.
    E como o obxectivo deste Manifesto é marcar as liñas dun proxecto europeo que poida ilusionar, no que poder crer, na actualidade máis actual ábrese unha oprtunidade nos aspectos político e social. Nunca mellor que agora nos diferenciaremos, con moita ventaxe para os europeos, do novo proceso político dos outros Estados Unidos, os norteamericanos da era Trump que se aveciña.

    UNHA NOVA EUROPA.- O Sr. Verhofstadt analiza moitos dos atrancos históricos cos que se foi atopando a Unión Europea, ao longo do seu proceso de formación, para seguir avanzando, e conclúe que os cidadáns europeos están a favor (na súa maioría) de continuar a obra de acadar unha Europa forte, diferente, que funcione de maneira eficaz para dar respostas ás inquedanzas que xurdiron nos últimos tempos, sobreb todo as relativas a desenvolver unha política exterior e de seguridade eficientes, e unha estratexia económica e social que conflúan no benestar dos cidadáns.
    Unha das primeiras propostas do autor sería que as institucións que desenvolvan as políticas da Unión Europea sexan eficientes, con tarefas e poders craramente definidos.
    E que cada un dos tres poderes clásicos que definen o sistema democrático teñan os cometidos e responsabilidades propios de cada un deles. A saber: – un goberno que posúa o poder executivo, cun presidente elexido polos cidadáns europeos; – un parlamento que exerza o poder lexislativo, que sería bicameral, por unha banda unha cámara composta por un número de representantes elexidos polos cidadáns de cada estado, e outra cámara integrada por representantes dos gobernos dos estados membros; – e un poder xudicial independente, que garanta o respecto ás leis da Unión, e resolva conflictos entre órganos da UE ou entre os estados membros da mesma.

    EUROPA FEDERAL.- E como modelo de organización dos Estados da Unión Europea, o autor parece que propón unha Europa Federal, que busque actuar en defensa do interés xeral do conxunto da Unión, a semellanza dos E.U. de América.
    Algúns datos apuntan xa nesta dirección, porque se conta cunha Europa «medio construída» a modo de estado federal: o mercado único, sen fronteiras internas, un banco central, o acordo de Schengen parece que é unha realidade…ata hai bandeira, himno e outros símbolos externos. Só faltaría unha Constitución máis seria e aceptada polos gobernos e refrendada polos cidadáns.

    E esta é a proposta final deste Manifesto, que aos europeos se nos presente un proxecto creíble, que resolva os problemas e dé satisfación ás expectativas dos cidadáns. E que supere a proba dun referendum.

  • carme cornes

    OS ESTADOS UNIDOS DE EUROPA. MANIFESTO POR UNHA NOVA EUROPA

    Guy de Werhosfstadt publica este Manifesto no ano 2005. Neste momento a UE pasaba por un momento de indecisión sobre o modelo a seguir para levar adiante un proxecto pilítico global. Os avances conseguidos anteriormente quedaran en suspenso cando o Tratado Constitucional foi rexeitado en referendum en Francia e os Paises Baixos e os demais paises pospuxeron sine díe a súa ratificación.
    O entusiasmo polo proxecto común europeo empezou a decaer, hai medo pola deslocalización de empresas e tamén ao crime organizado que nunha Europa ampliada podería ser incontrolable.

    Para avanzar na unión Guy propón , no seu Manifesto , un paso adiante cara á consecución duns Estados Unidos de Europa.
    No manifesto incide na importancia de mellorar a financiación da UE cambiando o sistema impositivo . Os impostos directos deberían ser mais baixos para que as empresas europeas sexan máis competitivas e crearíase unha ecotaxa.
    A política exterior debe de ser unificada e actuar a nivel mundial cunha soa voz. Esta política única traería consigo a un Exercito Europeo que crearía un equilibrio dentro da OTAN e permitiría loitar máis efectivamente contra o terrorismo.
    No que atinxe á seguridade interior, á xustiza e á inmigración, instaurarase un sistema de intercambio de datos entre os distintos corpos de seguridade e os maxistrados de todolos paises membros.
    A UE debería aumentar a inversión en Investigación e Tecnoloxía dando especial importancia ao desenvolvemento das TICs.
    A respecto das institucións Guy de Werhosfstadt , a semellanza da Constitución Amaricana, propón para Europa un goberno con poder executivo que estaría encabezado por un presidente elexido de forma directa e democrática por tódolos cidadáns europeos.
    O poder lexislativoestaría nas mans do Parlamento que terá unha estructura bicameral : Dunha banda o Parlamento Europeo cun número de representantes proporcional á poboación dos estados membros; doutra o Consello integrad polos representantes deses estados.

    As propostas que inclúe este Manifesto sen dúbida deberían ser adoptadas para conquerir unha Unión Europea que traerŕa avances e melloras para tódolos habitantes deste vello Continente pero corren malos temos : A crise aberta polo problema dos refuxiados que trouxo o avance da extrema dereita nalgúns paises da Unión, o baixo nivel dos actuais dirixentes políticos, o Brexit e finalmente a elección de Trump como presidente de USA fai que a UE estea pasando por momentos de crise e indecisión .
    Como pasa sempre nas crises tamen é posible que este sexa un punto de inflexión e se poida nun futuro, seguramente bastante lonxano, chegar a onde Guy pensaba que era o ideal europeo porque o que está claro é que hai avances nos que xaé imposible dar marcha atrás